Amine Kessaci: “Marsella debería mirarse en el espejo de Palermo o México”
Las grandes batallas, especialmente las que se libran contra el silencio de las amenazas, necesitan símbolos para ganarlas. Italia lo descubrió en los años 90, cuando la Cosa Nostra o la Camorra desafiaron al Estado y algunas personas de la sociedad civil decidieron no callarse, aunque les costase la vida, como al periodista Peppino Impastato. O la libertad, como al escritor Roberto Saviano. Desde hace años, Francia se enfrenta también a un nuevo y cada vez más violento y poderoso fenómeno de crimen organizado. Ciudades como Marsella han experimentado un crecimiento de la violencia tan impresionante que incluso se las ha comparado con ciudades mexicanas donde los carteles controlan la vida de la gente.
