Alza del salario mínimo en economía estancada dificultará tener inflación en el objetivo: Heath

El mayor riesgo que enfrenta la inflación para no alcanzar el objetivo puntual de 3% el próximo año, es el nuevo aumento del salario mínimo, advirtió el subgobernador de Banco de México, Jonathan Heath.

La aplicación de los denominados impuestos saludables tendrá un impacto “muy marginal” en el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC). Será un aumento de una vez por todas en enero y no tendría porqué generar un aumento generalizado de precios, que es como se identifica a la inflación, aclaró.

Lo que sí seguirá afectando a los precios de los servicios alimenticios será el aumento al salario mínimo, pues de acuerdo con él, son muy susceptibles a los costos laborales.

Entrevistado por El Economista agregó que hace 10 años, menos de 15% de todos los que trabajadores ganaban hasta un salario mínimo. Pero ahora ese porcentaje está muy cerca de 40 por ciento.

“Entonces, si ahora aumentará 12% al salario mínimo se otorgará a 40% de la población trabajadora. Hace 10 años le estaban dando un aumento al 15% de la población; entonces esa ramificación es mucho mayor hoy en día de lo que era antes Y eso es una de varias de las razones por las cuales los servicios alimenticios, especialmente, tienen una persistencia que no parece ceder.”

El banquero central reconoció que los precios de los servicios en general son mucho más susceptibles a las condiciones cíclicas de la economía. Y si la economía está estancada, estos precios deberían de ceder.

Pero ya tenemos un año en que la economía está estancada, lo que estaría a favor de que la inflación subyacente y específicamente servicios empezara a ceder, y no ha pasado. “Quizá son otro tipo de cuestiones más estructurales las que están impidiendo que baje la inflación hacia el objetivo puntual de 3 por ciento. Y eso pueden ser las políticas salariales.

Condiciones ameritan cautela

Acerca de su nueva oposición al recorte de la tasa, la cuarta consecutiva desde junio pasado, explicó que no está en contra de ir bajando la tasa, porque efectivamente estaba en una postura muy restrictiva que ya no era acorde al nivel de inflación.

“Lo único que yo pienso es que hay que bajarla con un poquito más de cautela (…) los salarios van a estar incrementándose a un ritmo relativamente elevado, aunque la generación de empleo ya ha cedido bastante”.

Entonces (…) si hay un aumento en enero de 12% en los salarios mínimos, especialmente los restaurantes, las loncherías, taquerías, torterías, todo eso, pues van a seguir aumentando sus precios por arriba de 8%, entonces yo lo veo eso como un riesgo para no llegar al 3 por ciento”.

El banquero central aclaró que la tasa se encuentra en una postura monetaria neutral, con una inflación que no ha llegado al objetivo. Es en este mensaje en el que tiene una discrepancia con la Junta de Gobierno.

“El mensaje que estamos mandando es que estamos contentos con que la inflación esté abajo de 4%, como si el rango de variabilidad fuera un rango objetivo y no es así”.

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