Acercar tasa al umbral de la posición dovish arriesga confianza

Si el Banco de México sigue pronunciando el ciclo de recortes, hasta llevar la tasa a 7.25%, en noviembre o diciembre, estaríamos entrando en el umbral de neutralidad en la política monetaria, coincidieron expertos de BNP Paribas e Invex.

Esto significa que la política monetaria pasaría de una posición restrictiva, donde se mantuvo durante poco más de 21 meses, que permitía estabilizar la inflación, a una posición dovish, o laxa, donde se estimula la oferta monetaria y presiona al alza la inflación, acotó aparte el economista jefe para América Latina en Rankia, Humberto Calzada.

En entrevistas separadas, coincidieron en que bajar la tasa más allá de 7.25 o 7%, sería arriesgado porque la inflación todavía se mantiene presionada al alza.

De acuerdo con la economista para México en BNP Paribas, Pamela Díaz Loubet, los precios de servicios no han sido tan reactivos al ciclo económico.

“Desde la pandemia, los precios del sector de servicios tuvieron muchas incidencias por el lado de la oferta como el catch up de costos; reaccionando a incrementos en precios de construcción; factores más estructurales como competencia; ajustes de gentrificación en la demanda de vivienda, o cobros de derechos de piso que hacen que no esté estrictamente relacionado al ciclo de la economía”, precisó.

Aparte, el economista en jefe de Invex, Ricardo Aguilar Abe, refirió que la inflación de servicios ha mantenido una notoria resistencia que podría potenciarse ante un posible repunte de la actividad económica para el año próximo.

Esto representa un riesgo adicional para que el Banco de México lleve la inflación al objetivo puntual de 3% conforme a su propia previsión, establecida para el tercer trimestre del año próximo, acotó.

La inflación de servicios mantiene un movimiento lateral, ubicándose entre 4.94 y 4.44% entre diciembre del año pasado y julio de este año.

Desanclar expectativas
es perder la confianza

Los economistas de Invex y BNP Paribas explicaron que al abaratarse las condiciones monetarias sin que se llegue al objetivo de inflación, se corre el riesgo de un desanclaje de las expectativas de inflación.

Díaz Loubet aclaró que la tasa neutral es la que se fija cuando la inflación está en su objetivo y el PIB crece en su potencial, por tanto, no se requiere que la política monetaria tenga injerencia.

“Tener una tasa neutral cuando la inflación está un punto arriba del objetivo y donde la brecha del producto está entrando en terreno negativo, el riesgo es que haya desanclaje de expectativas de inflación, que agreguen presiones de demanda”.

Es decir, las variables económicas se alterarían sin alcanzar la meta de llevar la inflación al objetivo puntual de 3% en el tiempo estimado por el Banco de México, precisó aparte el economista de Rankia.

La economista de BNP Paribas explicó que los pronósticos que tiene Banco de México para la convergencia de inflación al objetivo para el tercer trimestre del próximo año, siguen siendo optimistas respecto del consenso de mercado.

“Hacia fines de este año, probablemente para diciembre, tiene que venir un retraso en los estimados (de Banco de México) de convergencia inflacionaria por lo que sería difícil que justifique un recorte adicional en la tasa”, detalló.

Los expertos de BNP Paribas e Invex coinciden en esperar que la tasa termine este año en 7.25 % mientras el especialista de Rankia, la ve en un nivel de 7 por ciento.

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