A un mes de la entrada en vigor del impuesto a las remesas

El 1 de enero de 2026 entrará en vigor el impuesto del 1% a las remesas que se envíen en efectivo desde Estados Unidos. Esta medida afectará al 60% de los envíos.

Para Banco de México, el 99.1% de las remesas se realizan por transferencias electrónicas y sólo el 0.9% se hacen en efectivo, en especie o por orden de pago; en realidad, lo que está diciendo es que prácticamente todas las remesas utilizan algún medio digital.

De considerar al pie de la letra esta clasificación, los migrantes que envían dinero a sus familias no tendrían de qué preocuparse, pues el impuesto sólo aplicaría a las remesas enviadas en efectivo. Justo ahí radica la confusión, pues, de acuerdo con la clasificación de Banxico, sólo se pagaría el 1% del 0.9%, que sería algo así como 5.6 millones de dólares, suponiendo que en el año se enviara el mismo monto que en 2024: 64,745 millones de dólares, 96.6% de los cuales vinieron desde Estados Unidos, es decir, 62,529 millones de dólares.

Sin embargo, el impuesto del 1%, que deberán pagar quienes envíen dinero a México desde Estados Unidos, aplicará a todas las remesas cuyo origen sea en efectivo; esto se refiere a las remesas que se envíen a través de alguna casa comercial o remesadora, como pueden ser Western Union, MoneyGram, Xoom, Ria, entre muchas otras. Esto no quiere decir que el envío no sea digital; de hecho, todas utilizan algún canal digital, pero el origen de más del 60% es en efectivo. El impuesto sólo exime a aquellas transferencias que se originen por alguna cartera digital, tarjeta de débito o crédito utilizando algún dispositivo electrónico como celular.

Los envíos por cartera digital o tarjeta son aproximadamente el 40% del total; estos quedarán exentos del impuesto. Lo que seguramente veremos a partir de enero es un crecimiento vertiginoso del envío de remesas por estos canales, incluso empleando stablecoins con carteras digitales, como ya lo hacen de manera incipiente algunas empresas.

Para el cierre de 2025 se estima una caída de 5% en el envío de remesas; no es una cifra alarmante si consideramos las dos razones principales que bien podrían haber provocado un mayor declive. La primera es de carácter estructural, como es un menor crecimiento de la economía estadounidense, que de una tasa de 2.8% en 2024 bajará a 1.9% para el cierre de 2025, con una tasa de desempleo elevada del 4.3 por ciento.

Por ello, ante riesgos de estancamiento y mayor desempleo, la Fed ha empezado a bajar tasas, pero el gobierno busca una política monetaria más activa, de ahí que Trump haya propuesto un nuevo presidente de la Fed más ad hoc a sus políticas anticíclicas de cara a las elecciones intermedias. Es decir, el mensaje es que Estados Unidos no puede entrar en recesión.

La segunda causa de la caída en remesas es de carácter político, pues las redadas del Servicio de Inmigración (ICE) han mantenido en vilo a la población migrante que, ante un entorno adverso y reducción de puestos de trabajo, ha enviado un menor monto de remesas a México.

No obstante, estimamos que nuestro país recibirá, al cierre de diciembre, más de 62,000 millones de dólares por concepto de remesas, 97% de los cuales vendrán de Estados Unidos, casi 50% de los cuales vienen de California y Texas, con 32% y 14%, respectivamente. Suponiendo que se mantuviera este monto, para 2026, los que envíen remesas en efectivo pagarán, por concepto de impuesto del 1%, alrededor de 360 millones de dólares. Por ello, estimo altamente probable que los migrantes optarán por usar los medios de originación que no estén sujetos al pago del impuesto: tarjetas de crédito o débito para envío por celular de cuenta a cuenta y carteras electrónicas.

A pesar del escenario adverso, pero que dista mucho de ser catastrófico, los 62 mil millones dólares (mmdd) que recibirá México por remesas seguirán siendo la segunda fuente de divisas para el país (alrededor de 3.5% del PIB), por encima del petróleo (27.6 mmdd), agroalimentos (53.8 mmdd), inversión extranjera directa (36.8 mmdd) y turismo (31.7 mmdd), sólo detrás de la industria manufacturera, de la que destaca la industria automotriz (160 mmdd). El monto de remesas que envíen los migrantes a México en 2026 dependerá del comportamiento económico y de la política migratoria estadounidense.

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