7 curiosidades sobre las donas para entender por qué tienen su Día Mundial
Redonda, esponjosa, glaseada o rellena: la dona es uno de los productos de panadería más populares del mundo. Su aspecto sencillo esconde una historia compleja, cargada de invención, guerra, nostalgia y, sobre todo, mucha azúcar. En México, su consumo ha crecido al ritmo de la pasión nacional por el pan dulce, convirtiéndose en una pieza fundamental del antojo cotidiano. Y cada 6 de junio, con motivo del Día Mundial de la Dona, se rinde homenaje a este ícono culinario que sigue reinventándose sin perder su esencia.
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1. El agujero no es adorno: es tecnología
La forma de la dona tiene una función precisa. En 1847, el marinero estadounidense Hanson Gregory perforó una pieza de masa frita con la tapa de una lata para asegurarse de que se cocinara por dentro. Así nació la dona moderna. El orificio permite que el calor llegue al centro de manera uniforme, evitando que el interior quede crudo mientras el exterior se dora.
2. Las primeras donas nacieron en Nueva York
En 1920, Adolph Levitt, inmigrante ruso, fundó la primera tienda dedicada exclusivamente a vender donas en Nueva York. Él también diseñó la primera máquina automática para su producción en masa, marcando el inicio de una industria multimillonaria.
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3. El Día de la Dona nació en la guerra
Esta celebración no fue inventada por el marketing moderno. En realidad, el Día de la Dona fue establecido en 1938 por el Ejército de Salvación en Chicago, como homenaje a las “Doughnut Lassies”: mujeres voluntarias que preparaban y servían donas a los soldados estadounidenses durante la Primera Guerra Mundial. Su labor no solo alimentó, también reconfortó a miles de combatientes.
4. Hay donas bañadas en oro
En Londres, la tienda Dum Dum Donutterie creó la dona más cara del mundo: cubierta con oro de 24 quilates, diamantes comestibles y champaña cristalina. Se vendía por más de 1,500 dólares. En otros países, existen versiones con foie gras, caviar o infusiones de vino tinto.
5. La fiebre por la “cronut”
En 2013, el chef Dominique Ansel fusionó dos íconos de la panadería francesa y estadounidense: el croissant y la dona. Nació así la “cronut”, una creación que generó filas de más de dos horas en Nueva York y fue tan popular que el chef la registró como marca.
6. Las donas tienen museo
Sí, existe. En 2017 se abrió en Los Ángeles un “Doughnut Museum Pop-Up”, una experiencia multisensorial e interactiva dedicada a las donas. Con salas temáticas, historia y escenarios para selfies, fue un éxito de taquilla… y de Instagram.
7. México produce más de 600,000 donas al día
Krispy Kreme México es actualmente el mayor productor del país. Con más de 275 tiendas y presencia en más de 942 puntos de venta, su capacidad de producción alcanza las 50,000 docenas diarias, es decir, 600,000 piezas de donas frescas elaboradas cada día. La más vendida: su clásica Glaseada Original.
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Esto se traduce en que cada persona come entre 8.4 y 10 kilogramos de pan dulce anualmente, lo que equivale a aproximadamente 140 a 167 piezas al año, tomando como base un peso promedio de 60 gramos por pieza. En otras palabras, en México se consume una pieza de pan dulce cada 2 a 3 días.
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