Redes telecom: Cómo financiar lo que falta y compartir lo que existe

Redes telecom: Cómo financiar lo que falta y compartir lo que existe

Las redes de telecomunicaciones, en su sentido más amplio, posibilitan que las personas consigan una mejor calidad de vida con acceso a educación, medicina y entretenimiento. Pero en la especificación fina elevan las economías nacionales por su uso en aplicaciones productivas, crean compañías bandera, hacen parte de la geopolítica y garantizan soberanía para las comunicaciones de un país; y esto último, también a través del desarrollo de infraestructura.

Las telecomunicaciones representan una industria con ingresos de 22,500 millones de dólares para México —así fue en 2023, el último dato verificado—, y las inversiones sólo al desarrollo de nueva infraestructura para ese año sumaron 1,480 millones de dólares en el país. Las cifras parecerían fantásticas para países como Paraguay o Ecuador, pero no para México, donde el sector todavía requiere de al menos 400,000 kilómetros adicionales de redes a base de fibra óptica, entre nuevos despliegues y recambio de componentes, para posibilitar promesas como el Internet de las cosas y la inteligencia artificial en el gobierno, los hogares y los parques industriales.

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El contexto propio de las telecomunicaciones de México, que crece al 4% año contra año, y el contexto propio de la economía mexicana, en desaceleración desde el 2024, obligan al replanteamiento de cómo financiar los nuevos y necesarios despliegues de red y cómo maximizar la infraestructura ya instalada, al mismo tiempo que es imperativo una reescritura de la política fiscal por la adquisición de espectro, así como el establecimiento de regulaciones que acompañen la innovación, consideraron analistas de reconocimiento internacional.

La mitad de la década agarra a México con un 85% del tráfico de datos móviles con calidad 4G-LTE, pero apenas incipiente en 5G y con 22 millones de mexicanos en 2022 sin un acceso digno a Internet y esto por un espectro caro y complicaciones para el desarrollo de infraestructura. La guinda en el pastel es la nueva política arancelaria de Estados Unidos que podría encarecer un mínimo de 7% los insumos para despliegue de red y un “nuevo” T-MEC para México, en tanto que China ya bosqueja un 6G, coincidieron los expertos en el foro Conecta Latam, uno de los espacios de mayor relevancia en este sector a nivel latinoamericano.

“El 2025 será un año de incertidumbre para México”, convergieron los analistas en Conecta Latam, un foro de telecomunicaciones al que no acudió el regulador que está por extinguirse, ni el regulador telecom que será sustituto.

“El año 2025 es un año muy importante. Llegamos a la mitad de la década viendo cómo evolucionar una ‘telco’ hacia una ‘techco’ y aprovechar las capacidades digitales; y muy importante: ¿quién va poner la infraestructura necesaria? (…) Hay retos tecnológicos; todavía hay más duda en el sector, por ejemplo, de infraestructura, pues es cómo financiar lo que falta y cómo compartir lo que existe y que haga sentido. Así, las políticas y los fondos tienen que tener un habilitador de inteligencia de artificial, pero de infraestructura también. Los inversionistas están esperando ver qué harán los operadores con la inteligencia artificial y las redes, y cómo se vuelve todo más eficiente”, planteó Jesús Romo de la Cruz, analista de datos e inteligencia de mercado de telecomunicaciones en GlobalData.

Ari Lopes, gerente senior de investigación para las Americas de la firma Omdia, planteó un escenario de consolidaciones en los mercados fijo y móvil de México, como manera de financiar y mantener redes a través de operadores con mayor poder de inversión, esto si el marco regulatorio, la política pública y política tributaria se mantienen como hasta ahora aquí.

Ari Lopes defendió la idea de que la industria no tiene el mismo contexto de hace quince años, cuando la dinámica posibilitaba la existencia de más de tres operadores en un mismo mercado. Los países deberían plantearse ahora lo que es mejor para su sector de telecomunicaciones: un mercado con cuatro operadores débiles o uno con dos operadores fuertes y vigilados por una autoridad reguladora vigorosa, con marco legal duro.

Romo y López hablaron de nuevas áreas de oportunidad de negocio derivadas de inversiones en innovaciones como cloud, seguridad e inteligencia artificial relacionada con telecomunicaciones. “Hay que tener mucho en cuenta este tipo de nuevas oportunidades, porque significan ahorros e ingresos”, dijo Ari Lopes.

El enunciado de Lopes coincide con un informe de Juniper Research respecto a que la inversión a escala global en tecnologías de inteligencia artificial relacionada con telecomunicaciones superará los 86,000 millones de dólares entre 2025 y 2029 para hacer posible nuevos negocios que mantengan rentables a las compañías telecom y a sus planes de inversión también.

La innovación está accesible para México con la tecnología 5G, comentó Carlos Hernández, economista y analista de telecomunicaciones de la firma The CIU. Pero el sector y el usuario se han centrado más en el consumo por experiencia de navegación, que por lo originación de nuevas aplicaciones de productividad que pudieran incrementar el valor agregado de las telecomunicaciones mexicanas y posibilitar así los despliegues de infraestructura. Esta “transición” es una tarea de los operadores y de la política pública.

“Hemos visto que uno de los grandes esfuerzos en la economía de México es impulsar el 5G y en comunidades pequeñas y desde luego en grandes ciudades (…) Pero también los planes se enfrentan a que el mercado no es el mismo a cuando se trazaron hace dos años”.

Tampoco, estimaron, es descabellado que en el corto plazo las empresas no originadas en el sector de telecomunicaciones estarán también financiando los despliegues de red por una necesidad propia de su negocio.

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