El futuro del sector construcción depende de las personas y no solo de la innovación en materiales

La industria de la construcción en México se encuentra en un momento crucial, operando en la encrucijada entre una innegable demanda social de vivienda y la impostergable necesidad de adoptar una ruta de desarrollo sostenible. Durante mi trayectoria he constatado la capacidad de resiliencia del gremio de la construcción, pero también la urgente brecha que debemos cerrar para que el ímpetu social se alinee con el potencial de la innovación. El desafío no radica solo en qué materiales usamos, sino en quién y cómo los aplica, especialmente en los segmentos que más definen el paisaje habitacional del país.

Nuestra realidad social se rige por un fenómeno llamado autoconstrucción, la vía elegida por el 59.4% de los hogares mexicanos para adquirir o expandir su patrimonio, según cifras del INEGI. Esta cifra, que subraya la persistente escasez de oferta formal, se convierte en un riesgo sistémico, pues una abrumadora mayoría de estos proyectos, cerca del 97%, se realiza sin asistencia técnica profesional de acuerdo con la Encuesta Nacional de Vivienda, comprometiendo no solo la seguridad y calidad de vida, sino excluyendo a millones de viviendas de la adopción de prácticas eficientes. Es precisamente aquí donde la sostenibilidad entra en colisión con la práctica, el esfuerzo de las empresas por innovar se topa con un muro de desconocimiento en la base operativa.

A pesar de que el mercado de materiales de construcción sostenible en México se ha consolidado, la firma global IMARC Group menciona alcanzar los $1,000 millones de dólares para 2033 con un crecimiento superior al 12%, existe un profundo desfase entre esta promesa y la realidad en obra. La industria ya ha desarrollado concretos ecológicos, sistemas modulares de bajo impacto y soluciones de ensamble en seco, sin embargo, si el maestro de obra y el autoconstructor carecen de la capacitación para entender los beneficios de la eficiencia energética, la correcta instalación de aislantes naturales o el manejo de residuos para la economía circular, la innovación se quedará en el catálogo y no llegará a los millones de metros cuadrados que se construyen anualmente.

Esta necesidad de conocimiento se acentúa al observar otro vasto segmento de nuestra actividad, que es la renovación de espacios viejos. Según la Asociación Mexicana de Especialistas en Remodelación y Mejoras (AMERMAC), aproximadamente un tercio de los hogares mexicanos requerirá una renovación total o parcial en los próximos años, lo cual, junto con la reactivación económica de zonas urbanas, representa la oportunidad perfecta para impulsar la sostenibilidad al inmobiliario existente. Al renovar, el uso de materiales de bajo impacto en muros y techos, o la adaptación de soluciones constructivas que mejoren el rendimiento térmico no son un lujo, sino una estrategia de ahorro y mitigación climática a largo plazo. No obstante, al igual que con la autoconstrucción, la rehabilitación urbana de calidad depende de que el personal técnico tenga las herramientas y el criterio para migrar de una construcción tradicional a una que maximice los beneficios de estos nuevos materiales.

En resumen, la sostenibilidad y la solidez de la construcción mexicana no se lograrán solo con normativas o con materiales vanguardistas. La verdadera palanca de transformación es el capital humano. Las empresas, las instituciones educativas y los organismos deben actuar con urgencia, diseñando programas de formación escalables que abarquen desde la alta ingeniería hasta el oficio en el sitio. Debemos dotar de ese conocimiento a quienes construyen el 60% de nuestro país, asegurando que la próxima generación de viviendas sea segura, eficiente y sostenible. El futuro del sector radica en invertir en la persona que tiene la pala en la mano, garantizando que el crecimiento de México se cimente no solo en el progreso, sino en la competencia y la responsabilidad.

*E autor es director de Asuntos Públicos, Comunicación y Responsabilidad Social en Holcim México.

admin