Javier Aguirre tiene banca en el núcleo de emprendedores
La colonia Lindavista de la ciudad de México es el punto de partida de la vida de Javier Aguirre en el futbol. Antes del 1 de diciembre de 1975 le dedicaba tiempo al beisbol, jugó como tercera base en una liga local, se accidentaba en las jugadas y por tal motivo, tomó la decisión de volverse solo espectador (y fan de los Tigres). Aceptó un boletín para acudir a unas pruebas de captación de talento en club América y a partir de ese día, el balón no paró de girar.
El ‘Vasco’ Aguirre atendió a El Economista en una noche de gala de empresarios, emprendedores y comunicadores influyentes. Recibió el Premio Endeavor Night por su trayectoria, los títulos de Copa Oro y Nations League y por impulsar a la Selección Mexicana en el ranking de la FIFA. El 2026 está a la vuelta y es el año del Mundial, la época en la que todo mundo sabe de futbol. A Aguirre le seguirán lloviendo críticas, aplausos, abucheos. Él mismo reconoce que sus decisiones técnicas serán el tema de conversación.
—¿Tus decisiones en Selección y siendo país anfitrión son tan importantes como las dictadas en la silla presidencial o lo que dice un Ministro o un Secretario de Estado?
“Es lo que se dice, no sé si la importancia tenga tal magnitud, no lo creo, pero sí hay que tener mucho cuidado con las palabras porque efectivamente, hay mucha repercusión en la gente. En algo que se comente, ya sea optimista o pesimista, se puede contagiar en el ánimo de la gente. Un exabrupto, una mala tarde, una mala respuesta o un enfado público puede costar mucho. Insisto (las decisiones) no tienen ni por asomo la importancia de un funcionario público ni la responsabilidad, pero sí debemos tener una conducta ejemplar”.
Aguirre estuvo acompañado de su esposa Silvia, a quien mencionó en toda oportunidad al micrófono para agradecerle su apoyo en el trayecto de su carrera como entrenador que no tiene código postal fijo.
“De repente estás en casa y te hacen una llamada de Japón y te vas. O de Egipto y te vas, también de España y te vas. Esto es así, no se puede planear mucho. Yo estaba en Mallorca, llevaba 3 años trabajando ahí y me quedé sin empleo, no me renovaron contrato y al mes, me llamó la Selección y nunca le puedo decir que no al país, nunca jamás”.
El ‘Vasco’ tiene el sello español por sus padres, pero actualmente, a sus 66 años, es cosmopolita. Ha dirigido a 10 clubes diferentes y también a la Selección de Japón (2014-2015) y a Egipto (2018-2019).
