Los pendientes que quedan en el plan de Trump para Gaza
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El Consejo de Seguridad de la ONU votó el lunes a favor de adoptar una resolución redactada por Estados Unidos que respalda el plan del presidente Donald Trump para poner fin a la guerra en Gaza y autoriza una fuerza internacional de estabilización para el enclave palestino. Israel y el grupo miliciano palestino Hamás acordaron el mes pasado la primera fase del plan de 20 puntos de Trump para Gaza, un alto el fuego en su guerra de dos años y un acuerdo de liberación de rehenes, pero la resolución de la ONU se considera vital para legitimar un órgano de gobierno de transición y tranquilizar a los países que están considerando enviar soldados a Gaza.
El plan prevé el establecimiento de una autoridad de transición, el despliegue de una fuerza de seguridad multinacional, el desarme de Hamás y el inicio de la reconstrucción. Pero observadores internacionales advierten que la partición de facto de Gaza parecía cada vez más probable, con las fuerzas israelíes aún desplegadas en más de la mitad del territorio y los esfuerzos por avanzar en el plan vacilando.
1. ¿Qué pasa con Hamás? El plan propuesto por Donald Trump contempla el desarme de Hamás, grupo que arrebató el control de la Franja de Gaza a la Autoridad Palestina (AP) del presidente Mahmud Abás y a su Movimiento Fatah en 2007. Sin embargo, poco más del un mes después de la firma del acuerdo de paz y la entrega de los rehenes israelíes vivos, Hamás afianza su poder en la parte de la Franja de Gaza que está bajo su control, de acuerdo con gazatíes consultados por la agencia Reuters. Hamás restableció rápidamente su control sobre las zonas de las que se retiró Israel, matando a decenas de palestinos a los que acusó de colaborar con Israel, robo u otros delitos. Las potencias extranjeras exigen al grupo que se desarme y abandone el gobierno, pero aún no han acordado quién los sustituirá. Ahora, una docena de gazatíes dicen sentir cada vez más el control de Hamás de otras formas. Las autoridades controlan todo lo que entra en las zonas de Gaza controladas por Hamás, imponen tasas a algunos productos importados de forma privada, como el combustible y los cigarrillos, y multan a los comerciantes que cobran de más por los productos, según 10 de los gazatíes consultados por Reuters, tres de ellos comerciantes con conocimiento directo.
Ismail al-Thawabta, jefe de la oficina de medios de comunicación del gobierno de Hamás, afirmó que las noticias de que Hamás estaba gravando los cigarrillos y el combustible eran inexactas, y negó que el gobierno estuviera subiendo los impuestos. Las autoridades solo estaban llevando a cabo tareas humanitarias y administrativas urgentes al tiempo que hacían “grandes esfuerzos” para controlar los precios, afirmó Thawabta. Reiteró la disposición de Hamás a ceder el poder a un nuevo gobierno tecnocrático, afirmando que su objetivo era evitar el caos en Gaza: “Nuestro objetivo es que la transición transcurra sin sobresaltos”.
2. Una fuerza de paz El plan de paz autoriza la creación de una Fuerza Internacional de Estabilización (ISF, por su sigla en inglés) que trabajaría con Israel y Egipto y con policías palestinos recién entrenados para ayudar a asegurar las áreas fronterizas y desmilitarizar la Franja de Gaza. La ISF tiene el mandato de trabajar en la “desactivación permanente de armas de grupos armados no estatales”, proteger a los civiles y asegurar los corredores de ayuda humanitaria. El plan no establece plazos ni mecanismos de aplicación. Diez diplomáticos afirmaron a la agencia Reuters la semana pasada que los gobiernos de sus países aún tienen dudas sobre comprometer tropas. Las naciones europeas y árabes, en particular, no participarían si las responsabilidades se extendieran más allá del mantenimiento de la paz y significaran una confrontación directa con Hamás u otros grupos palestinos, dijeron.
La resolución aprobada el lunes también autoriza la formación de la “Junta de Paz”, un cuerpo de gobierno transicional para Gaza con un mandato hasta el fin de 2027. El grupo Hamás lamentó este lunes la adopción de esta resolución pues “no responde a las exigencias y los derechos” de los palestinos. “La resolución impone un mecanismo de tutela internacional a la Franja de Gaza, lo que nuestro pueblo, sus fuerzas y sus componentes rechazan, e impone un mecanismo tendiente a alcanzar los objetivos” de Israel, indicó el movimiento islamista palestino en un comunicado.
3. La entrada de ayuda humanitaria La resolución también pide reanudar las entregas de ayuda humanitaria a gran escala a través de la ONU, la Cruz Roja y la Media Luna Roja. “También debemos intensificar sustancialmente nuestro trabajo para apoyar el esfuerzo humanitario de la ONU. Eso requiere abrir todos los cruces y garantizar que las agencias de ayuda puedan operar sin obstrucciones”, dijo el embajador británico ante la ONU, James Kariuki. Las agencias de la ONU se han quejado de que, más de un mes después del alto el fuego, siguen sin poder hacer llegar a Gaza suficiente ayuda para cubrir las necesidades de millones de personas desplazadas y traumatizadas por los dos años de guerra. “Estamos consiguiendo hacer llegar más ayuda, pero no es suficiente”, dijo el martes Ricardo Pires, portavoz de la agencia de la ONU para la infancia, en una rueda de prensa que tuvo lugar en Ginebra.
La falta de ayuda humanitaria ha obligado a miles de palestinos a soportar las lluvias torrenciales del otoño con en carpas improvisadas incapaces de protegerlos de los aguaceros de esta época del año. La tregua entre el movimiento islamista palestino Hamás e Israel, sellada en octubre, alivió parte de estas restricciones, pero, según la ONU, alrededor del 92% de los edificios resultaron dañados o destruidos durante la guerra. Las necesidades, por eso, superan con creces lo poco que puede entrar en camiones. La ONU aún no se permite la entrada a Gaza de muchos materiales necesarios para construir refugios, como ciertos tipos de postes para tiendas de campaña.
4. La creación de un Estado Palestino La resolución también menciona un posible futuro Estado Palestino. Rusia, que tiene poder de veto, circuló un borrador alternativo, diciendo que el documento de Estados Unidos no avanza lo suficiente hacia el respaldo de la creación de un Estado palestino. Además, la situación actual arriesga a que la Franja de Gaza quede dividida por años. Hasta el momento, más del 53% del territorio está bajo control israelí. Cualquier fragmentación territorial de facto de Gaza supondría un nuevo revés para las aspiraciones palestinas a una nación independiente que incluya Cisjordania y empeoraría la catástrofe humanitaria de un pueblo sin un refugio adecuado y casi totalmente dependiente de la ayuda para su subsistencia. La ministra de Asuntos Exteriores palestina, Varsen Aghabekian Shahin, también rechazó la división territorial de Gaza, y afirmó que la Autoridad Palestina está dispuesta a asumir “toda la responsabilidad nacional”. “No puede haber una verdadera reconstrucción ni una estabilidad duradera sin la plena soberanía palestina sobre el territorio”, afirmó en un comunicado en respuesta a las preguntas de Reuters.
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