Los drones rusos acaban con una de las voces de la catástrofe de Chernóbil
Valeri Jodemchuk se evaporó, literalmente, el 26 de abril de 1986 cuando explotó el reactor 4 de la central nuclear de Chernóbil. Valeri estaba en la sala de las bombas de circulación de agua del reactor. Nunca se encontró su cuerpo, pero quedó registrado como el primer muerto del mayor desastre nuclear de la historia. Casi cuatro décadas después, su viuda, Natalia Jodemchuk, falleció el sábado pasado, a los 73 años, en un hospital de Kiev: la noche antes, un dron bomba ruso impactó en su apartamento mientras dormía.



