Imagen de México como país desleal
En la Unión Americana se extendió la idea de que sus socios traicionaron y burlaron su confianza. Ya no son el buen vecino o aliados comerciales. Quizá los más cercanos han sido los más confundidos y los más obtusos en reaccionar. México ha sido presentado como un compañero desleal en la opinión pública de EU.
La queja vibra en Washington y los 50 estados de la Unión, si bien no es absoluta. Apela a abusos comerciales, tráfico de drogas, irresponsabilidad en seguridad, visas de trabajo y hasta becas mal usadas. “Muerte hecha en México: traficantes van con fentanilo”, reflejó un titular del periódico Los Angeles Times a finales de 2019. “Europa es disfuncional hoy” apreció el Vicepresidente J.D. Vance.
Compañeros históricos han sido hostigados con aranceles comerciales. Canadá, México y la Unión Europea son los más visibles. Los canadienses fueron sancionados con un 10% en energía y 35% en todos los productos fuera del T-MEC, por el supuesto cruce de estupefacientes químicos. Los mexicanos recibieron 25% en todo lo que no está contemplado en el acuerdo trilateral. El Presidente Trump anunció que “tarifa (tariff) es la palabra más bella del diccionario”.
La Unión Europea y la OTAN han sido acusadas de abusar del financiamiento estadounidense en seguridad. A mediados de 2025, la UE obtuvo un 15% de aranceles en la mayoría de sus exportaciones a Estados Unidos, además la Casa Blanca afirmó que mantendría cargas del 50% en acero, aluminio y cobre europeos.
Uno de los errores de los socios más cercanos de EU es suponer que el conyugue que tenían tras la segunda Guerra Mundial es el mismo. Sus intereses e identidades cambiaron. La Unión Americana tiene hoy otro perfil demográfico, económico y político, que no es necesariamente el de la democracia liberal de antaño.
Se suele pensar que las únicas preocupaciones acerca de la nación mexicana son materiales, empleos, migración o violencia, mas hay un gran contenido emocional. Los mexicanos no ayudan al sueño o “sentimiento americano de negocios”. México sería desleal porque genera pobreza en lugar de un crecimiento de Norteamérica. Canadá debiera ayudar también.
En los tres frentes, falta la empatía cultural de los años 90. Tras un cuarto de siglo del TCLAN, la población mexicana no ha acelerado su capacidad para comunicarse en inglés, una herramienta que le facilitaría el día a día con EU. Se ha demostrado, los migrantes anglohablantes comenten menos errores, infracciones y regularizan más rápido su residencia.
De este lado, sólo cerca del 5% de los mexicanos es angloparlante, lo que genera afectaciones reales. Este octubre, 5,000 choferes de transporte -que manejan entre México y EU- fueron suspendidos y perdieron la licencia porque no dominan el idioma, según la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga.
Estados Unidos es una gran economía, con problemas internos y según su sentir, espera ayuda de sus socios. ¿Cómo atender eso sin afectar el interés nacional propio? Urge difundir internacionalmente la “idea debilitada” de una Norteamérica de 3 países y de ventajas comunes. Para acercarse a la nueva sociedad norteamericana y sus miembros también importa hacerlo en inglés, sea con Zohran Mamdani, alcalde de Nueva York o Vivek Ramaswamy, excandidato presidencial de origen indio.
*El autor es especialista en geopolítica y miembro de COMEXI.
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