Pemex debe a proveedores casi el doble de lo que reconoce: consultora
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La deuda que Pemex mantiene con sus proveedores y contratistas se estima que es de casi el doble de lo que la cifra oficial reconoce , lo que agrava la situación operativa de las empresas. Luis Miguel Labardini, socio de la firma Marcos y Asociados, explicó que el monto que la petrolera señala de manera oficial en su más reciente reporte financiero es de poco más de 517,000 millones de pesos, pero eso es solo de los trabajos y servicios ya facturados. Sin embargo, existe otro universo de trabajos y tareas pendientes de reconocimiento en los Copades, el sistema electrónico de Pemex donde se registran las facturas de servicios ya prestados y que permite autorizar los pagos. Sin ese reconocimiento dentro del sistema, los montos pendientes no se contabilizan. “En el balance general de Pemex se tiene que reportar cuánto se le debe a proveedores. De acuerdo con ese balance, que incluye las facturas ya registradas en Copade, la cifra asciende a 517,000 millones de pesos”, puntualizó Luis Labardini, de Marcos y Asociados.
Nueva plataforma
Labardini advirtió que esa cifra no refleja la totalidad de los adeudos, ya que una gran cantidad de facturas y trabajos realizados por contratistas aún no cuentan con registro en el sistema, principalmente por falta de presupuesto, especialmente en 2024. De acuerdo con sus estimaciones, el monto de compromisos no reconocidos en la contabilidad de Pemex —por servicios ya prestados o materiales entregados— podría ascender a otros 400,000 millones de pesos adicionales. A finales de 2024, las empresas contratistas y proveedoras de Pemex enfrentaron una severa crisis de impagos ante la falta de recursos de la petrolera. Esto derivó en pronunciamientos de varias compañías sobre los retrasos en los pagos a sus trabajadores, e incluso algunas redujeron operaciones por la imposibilidad de seguir operando. “En un contexto general, sí estamos viendo un momento complicado para las empresas contratistas. Lo que están tratando de hacer es reducir costos y buscar alternativas. En algunos casos, ya se están yendo a otros países a buscar trabajo, porque muchas compañías ya no tienen capital de trabajo”, agregó Labardini. Por su parte, Nicolás Avellaneda, director para Latinoamérica de Achilles, explicó que en medio de una crisis de impagos también pueden surgir oportunidades. “En escenarios como éste se abren ventanas para que las empresas expandan sus líneas de negocio, miren hacia otros países y reduzcan su dependencia de un solo cliente”, señaló. Achilles es una empresa que permite a proveedores o contratistas registrarse en una plataforma donde, tras ser evaluados y verificar que cumplen con los estándares de operación y servicio, pasan a formar parte de un catálogo de servicios. En ese espacio, otras compañías —también evaluadas— pueden contratarlas, con la garantía de que tanto el cliente como el proveedor son confiables. Por ejemplo, si una empresa busca servicios pero está sobreendeudada, no se considera un cliente confiable. Otro caso es cuando en su consejo o entre sus directivos hay personas con investigaciones o antecedentes relacionados con lavado de dinero, lo cual podría comprometer la operación o la reputación tanto del contratista como del contratante, aunque no estén directamente implicados. En el caso específico de Pemex, la próxima presentación de la plataforma Achilles para el mercado mexicano representará una oportunidad para aquellas empresas que dependen en gran medida —o de forma exclusiva— de los contratos con la petrolera estatal. Mercedes Sánchez, gerente de adquisiciones de Pifusa —empresa del sector oil & gas e infraestructura que presta servicios a Pemex—, destacó que los proveedores deben ser más creativos para diversificar sus actividades sin abandonar su especialización. “Pemex no es el único universo que hay en México. Existen muchas oportunidades que los proveedores debemos aprovechar. Hay que mirar hacia la iniciativa privada, hacer un esfuerzo por especializarnos, comprobar nuestra experiencia y buscar nuevas oportunidades. Debemos ver hacia otros horizontes”, aseguró. Finalmente, Avellaneda subrayó que esta nueva herramienta puede convertirse en una vía de diversificación y crecimiento para el sector energético, especialmente en un momento complicado para Pemex. “Hoy el mercado es el mundo. Si una compañía ha trabajado con Pemex, ahora puede hacerlo con cualquier empresa del mundo desde México. Exportar servicios es la nueva norma”, concluyó.
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