Vivienda inaccesible: 3,000 millones en el mundo batallan para pagar un hogar

Vivienda inaccesible: 3,000 millones en el mundo batallan para pagar un hogar

Hasta 3,000 millones de personas en el mundo enfrentan dificultades para acceder o pagar una vivienda, lo que convierte al hogar, uno de los derechos humanos fundamentales, en un factor central de desigualdad económica y exclusión urbana. 

Así lo advierten especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) durante el Seminario Internacional Ciudad, vivienda y desigualdad, donde alertaron que el costo de habitar se ha vuelto insostenible para millones de familias.

Un problema global que empieza en el salario

Según el coordinador de Humanidades de la UNAM, Miguel Armando López Leyva, el acceso a la vivienda se ha convertido en un desafío económico estructural. En muchas regiones del mundo, las familias destinan entre 30% y 40% de sus ingresos mensuales únicamente para pagar renta o hipoteca, lo que limita sus posibilidades de ahorro, educación o movilidad social.

Las cifras muestran el tamaño de la crisis:

  • En África subsahariana, los hogares destinan hasta 43% del ingreso familiar al gasto de vivienda.
  • En América Latina, cerca del 30% del salario se va en renta o créditos de vivienda.
  • En Europa y Norteamérica, el promedio ronda el 21%, aunque crecen fenómenos como la gentrificación y el encarecimiento del alquiler.

López Leyvaseñaló que cuando el gasto en vivienda rebasa un tercio del ingreso, las familias entran en una zona de vulnerabilidad económica: se reduce el ahorro, aumenta el endeudamiento y se detienen proyectos de largo plazo.

Vivienda sin ciudad: 1,120 millones viven en asentamientos sin servicios básicos

Más allá de cuánto cuesta un hogar, los especialistas subrayaron que tener vivienda no siempre significa tener acceso a la ciudad. Más de 1,120 millones de personas en el mundo viven en barrios marginales o asentamientos informales, sin agua potable, drenaje, espacios públicos, transporte ni certeza jurídica sobre el terreno donde habitan.

El crecimiento de estas zonas responde al encarecimiento del suelo urbano y a la falta de políticas de vivienda social. Las familias, al no encontrar alternativas formales, recurren a construir en la periferia o ocupar terrenos irregulares. El resultado: ciudades fragmentadas, distantes y desiguales.

Informalidad y desigualdad urbana: el nuevo rostro de las ciudades de América Latina

El urbanista Pedro Abramo, de la Universidad Federal de Río de Janeiro, expuso que América Latina enfrenta una nueva etapa de informalidad urbana. Ya no se trata solo de casas improvisadas, sino de barrios que se densifican y verticalizan sin regulación, donde los patios se convierten en cuartos de renta y los hogares crecen hacia arriba sin planeación.

Esta transformación responde a la demanda de vivienda asequible, pero también implica riesgos: falta de estructuras seguras, saturación de servicios, ausencia de movilidad y aumento de la desigualdad entre quienes pueden pagar una vivienda en zonas céntricas y quienes quedan relegados a la periferia.

La vivienda como parte de un sistema: no basta construir casas

Para la UNAM, el reto de la vivienda no puede resolverse con más construcciones aisladas. “La ciudad es un sistema de sistemas; lo económico, ambiental, espacial y social están profundamente conectados”, señaló López Leyva. Resolver el problema implica planear vivienda con transporte, empleo, servicios, movilidad y espacio público, no solo otorgar créditos.

Los especialistas insistieron en que la vivienda debe verse como un derecho y no únicamente como mercancía. Sin políticas integrales, la desigualdad seguirá creciendo al mismo ritmo que las ciudades.

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