¡Gánale al calor! Paletas de hielo y gelatina de mango, perfectas para refrescarse

Pocas frutas encarnan tan bien la calidez de la tierra mexicana como el mango. Originario del sur de Asia pero adoptado con devoción por el campo mexicano, el mango ha encontrado en nuestro país su segunda patria. México es el principal exportador mundial de esta fruta, con más de 400 mil toneladas enviadas al extranjero cada año. Pero más allá de la balanza comercial, el mango también es economía doméstica, identidad cultural y sabor de infancia.
En temporada alta, el precio por kilo desciende y los mercados se inundan de variedades como el ataulfo, el manila, el kent y el haden. En esas semanas de abundancia, las familias mexicanas echan mano de su ingenio: conservas, mermeladas, nieves, aguas frescas, mangos con chile y, por supuesto, gelatinas y paletas.
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Cuando el calor aprieta, el mango se vuelve un refugio. Así que exploramos dos formas de darle vida a esta fruta en casa: una gelatina suave, tersa y con trozos de fruta natural, y unas paletas heladas perfectas para días de sol. Ambas recetas, además, son ideales para vender, compartir o simplemente disfrutar.