IA, lo único que importa
La semana pasada los inversionistas globales se nutrieron de eventos que en algunos casos apoyan el optimismo, como los buenos reportes financieros de las empresas al tercer trimestre o el acuerdo comercial entre China y Estados Unidos.
En otros podrían haber sido detractores, como la postura nuevamente restrictiva de la Reserva Federal con respecto a la baja de tasas en el futuro previsible.
Sin embargo, nada de lo anterior cambió la narrativa de los mercados ni alejó a los índices de sus máximos históricos. El frenesí relacionado con la inteligencia artificial (IA) parece ser el verdadero motor de las bolsas, por ahora.
Las señales de que los inversionistas se sienten “cómodos” con el actual estatus son muchas, los indicadores de volatilidad en las bolsas se ubican muy cerca de sus mínimos históricos.
El mercado de deuda no reconoce problema alguno y las tasas de interés apuntan a niveles inferiores en un ambiente de baja liquidez. Y en las bolsas, la dominancia de las “Siete Magníficas” prevalece, incluso con mayor intensidad.
El asombro en los mercados proviene de las cantidades de dinero que las grandes empresas de tecnología están anunciando que gastarán en inversiones relacionadas con la IA. Solo Meta, Microsoft, Alphabet y Amazon, anunciaron que esperan invertir el próximo año 450,000 millones de dólares; el total de empresas del S&P 500 hicieron anuncios que llegan a 620,000 millones de dólares.
La pregunta que todos nos hacemos es ¿cuánto dinero se necesitará para construir el ambiente de IA? y cómo será financiado? La primera pregunta está relacionada con la huella de impacto que tiene no solo en temas de productividad en la economía sino en la infraestructura necesaria para mantenerla: centros de datos, generación y transmisión de energía, tecnología de “enfriamiento”, redes de fibra, etc.
Como en otros cambios estructurales en la historia (desde la invención de la luz eléctrica hasta el Internet) habrá excesos y faltantes, no toda la inversión debería ser rentable.
Ello nos lleva a la segunda pregunta, hasta ahora, la mayoría de la inversión se realiza vía capital de las mismas empresas involucradas; pero hay señales que comienzan a llamar la atención.
Solo en septiembre, las empresas relacionadas al sector de tecnología colocaron 75,000 millones de dólares en los mercados de deuda a través de bonos de grado de inversión para financiar la construcción de centros de datos. Oracle y Vantage, por ejemplo, adquirieron un préstamo sindicado por 38,000 millones de dólares.
Es la escala de los gastos, en donde las mismas empresas consideran que dichos montos serán mayores en los siguientes años a los programados, y el mercado comienza a levantar las cejas.
Meta anunció que el gasto de capital será “notablemente mayor” al que planea en los siguientes años, lo cual da la sensación de que su flujo de caja no será suficiente en el futuro para financiarlo, la utilización de figuras como los SPACs, (empresas con propósito especial de adquisición), vehículo que recauda dinero, pero no pasa por el balance hace mas preocupante el asunto, no en balde el precio de Meta se ajustó fuerte después de los anuncios.
No hay precedentes con relación al crecimiento que habrá en este tema. Bien podría haber ingresos por ventas en el sector para estas empresas que ya de por sí son elevadas generadoras de flujo. Si es así, el gasto de capital esta justificado.
El monto de inversión en IA excede al total anual de la inversión fija no residencial. Solo la inversión en IA es lo que cuenta. La pregunta es si la economía (las economías) son capaces de absorber este crecimiento; en la rentabilidad de dicho capital y en la participación que tenga en toda la oferta que al IA promete está la clave para predecir o no un ajuste de los mercados y la vuelta a otras variables más comunes.
Por ahora, las bolsas parecen galvanizadas ante cualquier noticia. Esto lo provoca un sector y pocas emisoras. Es difícil pensar que tal cambio de orientación suceda en lo que resta del año. Por eso procuramos mantener las mismas posiciones que la mayoría, no parece haber otra elección.
*Rodolfo Campuzano Meza es director general de INVEX Operadora de Fondos de Inversión.
