Crisis de movilidad redefine el valor de la vivienda en el Valle de México
La crisis de movilidad que enfrenta el Valle de México transforma el mapa residencial: Ante traslados cada vez más largos y costosos, trabajadores y ejecutivos buscan mudarse a zonas más próximas a sus centros laborales para reducir el desgaste diario y recuperar “tiempo de vida”.
De acuerdo con Desarrolladora Del Parque, esta tendencia no es una moda pasajera, sino un cambio estructural en la demanda de vivienda. En la actualidad, el valor de un inmueble ya no depende solo de sus metros cuadrados, sino de su ubicación estratégica, la conectividad y la disponibilidad de servicios integrados.
Te puede interesar
-

Empresas
Uber y Nvidia suman fuerzas para desplegar 100,000 vehículos sin chofer a partir de 2027
“El comprador o arrendatario ya no mide su inversión solo en metros cuadrados, sino en horas de vida ganadas. En una ciudad donde el tráfico determina la calidad de vida, el tiempo ha desplazado al espacio como la verdadera medida de bienestar, productividad y valor inmobiliario”, comentó Angélica Soria, líder de Comunidad en Up Santa Fe y Agwa Bosques en Desarrolladora del Parque.
El tiempo, un costo invisible
Según la Encuesta Origen-Destino de la Zona Metropolitana del Valle de México 2025, más de 2.5 millones de personas dedican más de una hora diaria a sus traslados laborales o escolares.
Los trabajadores provenientes del Estado de México enfrentan los trayectos más extensos, con tiempos de entre 3.5 y 4 horas diarias. En un mes laboral típico, esto representa 70 a 80 horas invertidas únicamente en desplazarse, sin contar los retrasos provocados por lluvias o tráfico extraordinario.
De acuerdo con estimaciones de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) 2025, un ejecutivo medio en México gana alrededor de 250 pesos por hora.
Bajo este cálculo, los traslados prolongados pueden significar una pérdida económica de entre 10,000 y 20,000 pesos mensuales en tiempo improductivo, sin incluir el gasto en gasolina, mantenimiento del vehículo o transporte público.
“Vivir cerca del trabajo no es solo una comodidad; para muchos, es una decisión financiera racional. Si el tiempo se convierte en un costo, entonces una buena ubicación se convierte en una inversión”, añadió Soria.
Ajuste al nuevo comportamiento
En este contexto, Desarrolladora del Parque identifica un patrón de migración residencial basado en proximidad y eficiencia.
Los nuevos residentes que buscan vivienda en los proyectos de la firma provienen principalmente de Huixquilucan, Naucalpan, Zinacantepec, Metepec, Ocoyoacac y Toluca, municipios ubicados en el corredor poniente y occidente del Estado de México.
Este desplazamiento urbano responde a una necesidad de reducir el tiempo de traslado hacia zonas corporativas como Santa Fe, donde el tráfico y la saturación vial han alcanzado niveles históricos.
Aunque el Tren Interurbano México–Toluca (El Insurgente) promete mejorar la conectividad cuando opere en su totalidad en el 2026, la presión actual sobre la movilidad es todavía un detonante para que los trabajadores reconsideren su residencia.
Así, la vivienda cercana al trabajo se ha convertido en un nuevo activo de productividad y bienestar. Más que una aspiración, es una estrategia que equilibra tiempo, dinero y calidad de vida.
“Para el desarrollador, los proyectos verticales con amenidades integradas, cercanía al transporte y zonificación mixta se vuelven la apuesta ganadora. El activo crítico deja de ser el suelo y se convierte en el tiempo recuperado, lo cual transforma la narrativa del valor inmobiliario: menos kilómetros recorridos, más minutos para vivir”, declaró Soria.
Te puede interesar



