Portugal restringe el acceso a la nacionalidad a los extranjeros como exigía la ultraderecha
Portugal pasará de ser un país de brazos abiertos para los extranjeros a uno de los más restrictivos de Europa para acceder a la nacionalidad. La reforma legal pactada entre el Gobierno conservador y la ultraderecha, que amplía los plazos de espera para optar a la ciudadanía (entre siete y diez años) e impone exámenes de lengua y cultura, introduce también como requisito que los solicitantes no reciban subsidios ni ayudas públicas en el momento de la petición y que demuestren que disponen de medios económicos propios para vivir. También se podrá retirar la ciudadanía a quienes la hayan obtenido de forma fraudulenta, que estarán vetados para tramitarla en el futuro, y se reforma el Código Penal para permitir la retirada de la nacionalidad como pena accesoria a extranjeros con ciudadanía portuguesa que cometan delitos, bajo la decisión de un juez.

