"La ciencia es un camino pavimentado con perseverancia": Martínez Tolibia
Tras ser reconocida con la prestigiosa Beca para las Mujeres en la Ciencia L’Oréal–UNESCO- AMC 2025, la doctora Shirlley Elizabeth Martínez Tolibia, investigadora del Instituto de Investigaciones en Materiales de la UNAM, platica a El Economista que “el éxito en la ciencia no es un experimento que sale a la primera, sino un camino pavimentado con perseverancia y, crucialmente, con la capacidad de integrar la vida personal y profesional”.
Martínez Tolibia comparte que inició su trayectoria profesional como ingeniera química. Su interés la llevó al área de los materiales, enfocándose en la creación de biomateriales a partir de residuos orgánicos, pero su director de tesis fue clave, alentándola a continuar con el posgrado. Sin embargo, su incursión en la maestría en biotecnología aplicada y biología molecular coincidió con un reto fundamental: la maternidad.
“Conjuntar esta parte del posgrado con mi vida ahora como mamá, pues inicialmente fue muy, muy difícil,” relata la investigadora. Pese a las responsabilidades adicionales, su gusto por la ciencia y el apoyo de su entorno le permitieron sobrellevar ambas facetas, llevando su historia a ser un ejemplo de éxito en la conciliación, aunque reconoce que no todas las mujeres tienen esa suerte, por lo que deben existir políticas que permitan compaginar ambas cosas.
La clave de ser científica
Hoy el proyecto que le valió el reconocimiento de L’Oréal busca llevar sus materiales desarrollados en ciencia básica al sector clínico. La investigadora trabajará en el desarrollo de plataformas de biodetección para apoyar el diagnóstico médico.
“Estos materiales en sí mismos tienen la ventaja de que su síntesis es de bajo costo, pero para adaptarlos necesitamos ciertas condiciones específicas,” explica. El recurso de la beca será vital para adquirir consumibles y moléculas especializadas que le permitan aplicar sus materiales en la detección de muestras de origen hospitalario.
Al reflexionar sobre las características que la llevaron a ser identificada con potencial para la investigación, la doctora Shirlley destacó pilares esenciales para quienes aspiran a una carrera científica:
Compromiso y constancia: “Iniciar algo y completarlo y ser constante en eso y perseverante es muy importante. En la investigación esto es crucial”.Perseverancia ante la falla: El trabajo experimental rara vez sale a la primera. La clave es “no dejarse vencer ante las dificultades”, leer, documentarse y repetir los experimentos una y otra vez.Propositiva: Ser proactiva e integrar conocimientos de diferentes áreas.
El síndrome del impostor y la transformación
La ganadora del premio abordó el recurrente “síndrome del impostor” en el ámbito científico, particularmente en las mujeres. “Pensamos que a lo mejor hay otras mujeres u otras personas que serían mejores en este campo”, señala, pero insiste en la necesidad de confiar en las propias capacidades y en la trayectoria personal.
Además de la excelencia en el laboratorio, la ganadora considera que el perfil de la investigadora se ha transformado, siendo la divulgación de la ciencia un punto clave. “Esta parte de la divulgación, compartir lo que sabemos y que no se quede justamente en un papel, en una publicación, en una tesis, es muy importante… Nos va a servir precisamente para conectar con las nuevas generaciones de mujeres en la ciencia”.
La doctora coincidió plenamente en la necesidad de impulsar más figuras femeninas que sirvan como modelos a seguir, evocando la memoria de la astrofísica Julieta Fierro, quien recientemente falleció y a quien se le hizo homenaje durante la ceremonia de premiación.
“La doctora Julieta Fierro es toda una celebridad en nuestro campo científico femenino. Fue muy importante”, afirmó, destacando la admiración con la que las jóvenes la veían. La meta es que más niñas, desde las diferentes disciplinas, puedan ver que es posible incursionar en la ciencia.
Respecto al panorama de género en su campo (química y ciencia de materiales), se ha observado un incremento significativo en las áreas de ciencias exactas. Sin embargo, aunque en la licenciatura la paridad (cercana al 50%) es muy buena, el sesgo se nota más en el posgrado. “Definitivamente son áreas que hay que apoyar y precisamente hacerle saber a más mujeres que pueden incursionar en estas áreas,” concluyó.
Una emoción indescriptible
Al hablar de su sentir al ser galardonada, la Dra. Shirlley describió el reconocimiento como “algo indescriptible” y una gratificación por todo el esfuerzo, desde su tesis de licenciatura hasta compaginar su experiencia como investigadora y como madre.
“Es un aliciente muy grande para mí seguir logrando bastantes cosas… Si volteo a ver a la niña que soñaba con hacer ciencia y me veo ahora a mí, es realmente una emoción muy grande saber que lo estoy logrando “, expresó.
Su mensaje final es un llamado a la acción: “Quiero que más niñas piensen en eso, se vayan con esa idea de que es posible. Y pues sí, voy a hacer todo lo que esté a mi alcance para que más niñas sueñen con esto y lo hagan posible”.



