México ante la renegociación del T-MEC, un análisis FODA

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México busca “la menor desventaja posible” en el nuevo orden comercial norteamericano. Hemos transitado de un sistema donde competíamos por ventajas comparativas —costos, calidad, geografía— a uno donde negociamos para minimizar daños. El FODA de México ante la renegociación del T-MEC revela un país con cartas valiosas pero jugando defensivamente.

Fortalezas: La geografía sigue siendo destino Oportunidades: China como catalizador involuntario Debilidades: El capital humano en la era de la IA Amenazas: La espada de Damocles arancelaria y tecnológica

México mantiene una posición privilegiada con una tasa arancelaria efectiva del 6.5%, la más baja del mundo según datos de la Secretaría de Economía, por debajo de Japón (24%), India (26%) o Vietnam (46%). El 84% de nuestras exportaciones a EU permanecen libres de aranceles bajo el T-MEC, mientras que 13 de los 14 tratados comerciales que EU mantenía con otras naciones han dejado de operar. La Inversión Extranjera Directa alcanzó 21,373 millones de dólares en el primer trimestre de 2025—un récord histórico con crecimiento del 5.4% anual. Las nuevas inversiones crecieron 165% respecto de 2024, con Estados Unidos concentrando el 38.7% del total. El nearshoring ha posicionado a México como receptor de 400 empresas extranjeras esperadas para 2025, particularmente en semiconductores donde las exportaciones aumentaron 51% gracias a ventajas arancelarias. Los aranceles de Trump a China están generando un efecto rebote favorable. México se convirtió en el mayor proveedor de productos tecnológicos a EU, superando a China y Taiwán en semiconductores. El Plan México, con deducciones fiscales de hasta 91% para inversiones en activos fijos y 30,000 millones de pesos en estímulos, busca capitalizar esta coyuntura. Amazon anunció 5,000 millones de dólares para centros de datos en Querétaro; Walmart México destinará 6,000 millones en 2025. La renegociación del T-MEC, adelantada al segundo semestre de 2025, podría fortalecer la integración regional si México juega bien sus cartas. México enfrenta un déficit del 77% en talento especializado en tecnologías de información según ManpowerGroup. Solo contamos con 10,900 profesionales con más de dos años de experiencia en IA, y apenas 1,100 son altamente especializados, para una economía que aspira liderar el nearshoring tecnológico. El 58% de empleadores identifica esta carencia como su mayor obstáculo para crecer. El problema no es solo de cantidad sino de pertinencia. Las carreras más cursadas siguen siendo Derecho, Administración y Contabilidad, mientras que las carreras STEM representan menos del 15% de la matrícula universitaria. Nuestras instituciones educativas, salvo honrosas excepciones, no han actualizado sus currículos a la velocidad que demanda la transformación digital. Seguimos enseñando programación tradicional cuando el mundo requiere especialistas en machine learning, procesamiento de lenguaje natural y arquitectura de redes neuronales. El Tecnológico de Monterrey inauguró el HUB de Innovación y Emprendimiento en el Noreste, mientras que CETYS Universidad está desarrollando el Centro de Excelencia en Competitividad y Emprendimiento (CECE) en el Noroeste, desafortunadamente son islas en un océano de inercia académica. La gran mayoría de universidades públicas mantienen planes de estudio que no se actualizan y que cuando lo hacen tienen una desconexión brutal con la realidad. La prórroga de 90 días es respiro temporal, no estrategia. El sector automotriz permanece vulnerable con aranceles del 25% para vehículos que no alcancen 40% de contenido estadounidense. Trump calificó el T-MEC como “transicional” y amenaza con rescindirlo si la revisión de 2026 no satisface sus demandas. Pero la amenaza más grave es nuestra incapacidad para formar el talento que el nearshoring requiere. Sin ingenieros especializados en IA, semiconductores y computación cuántica, las inversiones migrarán a países con ecosistemas educativos más ágiles. Vietnam, India y Polonia ya están robando proyectos que México rechaza por falta de capital humano calificado.

Se requiere una revolución educativa

México no busca ganar; busca perder menos que otros. Esta realidad exige cuatro ajustes estratégicos urgentes: – Primero , una reforma radical del sistema educativo superior: actualización curricular semestral, no decenal; profesores-practicantes de la industria, laboratorios con tecnología actual. – Segundo , creación inmediata de un Consejo Nacional Universidad-Empresa-Gobierno para diseño curricular conjunto, similar al modelo alemán de educación dual pero adaptado a tecnologías emergentes. – Tercero , programa emergente de reconversión profesional: transformar los millones de egresados en Derecho y Administración en especialistas de datos, analistas de IA y gestores de proyectos tecnológicos mediante bootcamps intensivos financiados con el Plan México. – Cuarto , incentivos fiscales condicionados: deducciones solo para empresas que establezcan programas de formación dual con universidades locales, garantizando transferencia tecnológica real. Estamos en un juego de desventajas comparativas donde el éxito se mide en daños evitados. Pero mientras celebramos tasas arancelarias bajas, ignoramos que el verdadero arancel que pagamos es la obsolescencia de nuestro capital humano. Sin una revolución educativa inmediata, México seguirá siendo ensamblador, nunca creador; maquilador, nunca innovador. _____ Nota del editor: Ismael Plascencia López es Profesor-investigador, CETYS Universidad. Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor. Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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