Los demócratas buscan la fórmula ante el desorden global

La marea parece desbocada, e imparable. La lista de amenazas y desperfectos es larga. Las potencias depredadoras, la crueldad como método y estilo político, las guerras despiadadas en Europa y Próximo Oriente, las sociedades polarizadas, una extrema derecha a las puertas del poder, el espectro de la dictadura de los algoritmos. Las democracias, a la defensiva, buscan preservar lo que pueda guardarse el viejo orden, liberal y multilateral. O al menos reformarlo.