Starmer enardece a los laboristas al convocarles a luchar contra la ultraderecha de Farage
La política es la habilidad de lanzar un mensaje claro y, si es posible, acompañarlo de una imagen potente. Cuando Keir Starmer ha pedido a los miles de delegados convocados en el congreso de Liverpool que agitaran sus banderas, el auditorio principal del Exhibition Center se ha llenado de cruces de San Jorge, de cruces de San Andrés o de dragones rojos, convenientemente repartidas antes por la organización. Y de Union Jacks. Frente a la bandera que estos días ha agitado la ultraderecha en suelo británico, el Partido Laborista ha respondido con los estandartes de Inglaterra, Escocia, Gales y del Reino Unido. “Son nuestras banderas, compañeros. Y nunca las vamos a rendir a nadie. Unamos a nuestro país detrás de ellas, porque no es momento para los que dividen, sino para los que unen”, ha gritado a los suyos el líder de la formación y primer ministro británico.