SIQAL: Una invitación al compliance laboral

El pasado 4 de septiembre, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) anunció la puesta en marcha del Sistema de Quejas y Accidentes Laborales, ahora conocido por su acrónimo como “SIQAL”. El sistema en cuestión consiste en una plataforma digital, a través de la cual personas trabajadoras o, en realidad, cualquier tercero pueden presentar denuncias por potenciales violaciones laborales o incluso accidentes y riesgos de trabajo. 

El procedimiento se realiza en línea, ofreciendo las debidas garantías de confidencialidad para quien realiza la denuncia. Con la denuncia recibida, la STPS puede activar sus facultades de revisión, derivando en multas que podrían llegar hasta las 50,000.00 UMAS.

En primer lugar, conviene señalar que esta nueva forma de denuncia y fiscalización no debe tomarse a la ligera. Si bien se podría pensar que la Inspección del Trabajo a cargo de la STPS ya cuenta, desde siempre, con las facultades necesarias para activar procesos de inspección de manera ordinaria y extraordinaria, lo cierto es que esta nueva herramienta pudiera desencadenar en visitas con mucha mayor frecuencia a las empresas con operaciones en México.

Estadísticamente, las empresas más visitadas por la STPS suelen ser las de mayor tamaño y que a su vez emplean mayor número de personas trabajadoras, sin embargo, con esta nueva dinámica las pequeñas y medianas empresas podrían ser visitadas con mayor regularidad.

Es natural que con el desarrollo de nuevas tecnologías y con la digitalización del mundo del trabajo, cada vez resulte más frecuente la adopción de nuevas prácticas que permitan a las autoridades laborales visibilizar malas prácticas y potenciales incumplimientos. A su vez, habrá que estar muy atentos a la debida utilización del SIQAL, para que tampoco se convierta en un mecanismo mal utilizado de donde se desprendan denuncias que carezcan de los elementos necesarios para resultar en sanciones.

En otras palabras, hacemos votos para que resulte en un mecanismo sensato que abone a la mejoría de las relaciones laborales en un entorno colaborativo.

Lo cierto es, que más allá de la forma en que resulte la implementación del SIQAL, las empresas con operaciones en México deben tomar esta novedad como un claro llamado al cumplimiento normativo o compliance.

La urgencia de mecanismos preventivos

En esta misma columna hemos dado cuenta de la poca cultura de prevención legal que existe en nuestro país, sobre todo cuando se trata de micro, pequeñas y medianas empresas. En la mayoría de las ocasiones en donde una mipyme se ve involucrada en un tema legal, la firma legal en cuestión ya llega tarde para tratar de amortiguar el problema; precisamente por esta falta de mecanismos preventivos a los que refiero.

Con la aparición de mecanismos como el SIQAL, no habrá mucha mayor alternativa que empezar a trabajar mecanismos preventivos al interior de las empresas. La inspección del trabajo será una realidad para empresas que nunca han sido visitadas por las autoridades laborales.

La poca cultura de prevención tendrá que ir creciendo a velocidades importantes, toda vez que el daño financiero que le puede representar a este tipo de empresas puede resultar suficiente para comprometer la existencia misma de la fuente de empleo. En muchas ocasiones solemos decirles a nuestros clientes que en materia laboral y en muchas otras: “no pasa nada hasta que pasa”. Las narrativas basadas en nunca haber tenido una inspección resultarán insuficientes ante la puesta en marcha de un mecanismo que resulta de fácil activación.

En el mundo ideal, las empresas tendrían que estar ocupadas de manera permanente de la prevención de riesgos legales. Pero, también lo hemos dicho aquí, la sobrerregulación laboral (y de otros aspectos legales también) que presenta nuestro país desde hace muchísimos años, no es algo que se vea con facilidad en otras partes del mundo. Es un hecho que en México es difícil estar al día con absolutamente todas las obligaciones que derivan, no solamente de la Constitución y de la Ley Federal del Trabajo, sino inclusive, de Normas Oficiales Mexicanas (NOMS).

Dicho de otra forma, se sabe que la carga laboral y de obligaciones en general no es nada sencilla para las empresas que operan en nuestro país y que muchas han entendido al tema legal como algo que no está precisamente en su lista de prioridades ni en sus planes estratégicos.

La noticia aquí es que llegó el tiempo de cambiar esa mentalidad y de entender al cumplimiento normativo como parte del plan estratégico de cualquier empresa que opere en México.

Serán los tiempos en donde la propensión al riesgo será significativamente mayor y en donde invertir en prevención será tan importante como cualquier decisión financiera de la compañía en cuestión. Los tiempos en donde habrá que entender que por mejores resultados de ventas que tenga en el año, de poco servirá si no tengo la casa lo suficientemente ordenada para cuando vengan a revisarme.

Lo hemos dicho antes, si no se convencen desde el lado del deber ser y la ética empresarial, habrá que convencerse desde el pragmatismo y el riesgo financiero que puede implicar no estar listo en el momento correcto.

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