Digitalización de pagos requiere incentivos y mayor flexibilidad

La digitalización de los pagos a través del Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI), así como de sus soluciones Cobro Digital (CoDi) y Dimo (Dinero Móvil), requiere de mayores incentivos y facilidades para lograr una adopción más amplia. Esto ocurre en un momento en que el SPEI avanza hacia una nueva versión y el gobierno federal busca consolidar el uso de estos métodos, señalaron especialistas.

“La siguiente ola será CoDi y otras herramientas, pero si observamos a los jugadores actuales, la mayoría son bancos. Estos bancos ya cuentan con terminales y un negocio muy rentable en la parte de adquirencia, por lo que no tienen un incentivo real para impulsar nuevos esquemas. El cambio vendrá cuando entren nuevos actores que realmente empujen estas formas de cobro y pago”, comentó Íñigo Rumayor, director ejecutivo de Monato.

Durante un evento organizado por la firma que dirige Rumayor, el exdirectivo de Banxico y primer ingeniero del SPEI, Ángel Melesio, subrayó que uno de los grandes pendientes es trabajar junto con la autoridad en un esquema de incentivos más atractivo, tanto para participantes como para usuarios.

“El reto en el ecosistema está en fortalecer la educación financiera de los usuarios. Muchas personas ya tienen cuenta bancaria y realizan transferencias, pero desconocen las facilidades que ofrecen alternativas como CoDi frente al uso de tarjetas. Creo que estas soluciones seguirán evolucionando, siempre que se logre armonizar los incentivos y que el gobierno acompañe su promoción”, explicó Melesio.

Esto destaca en un contexto en el que la Presidenta ha insistido en que uno de los objetivos del gobierno federal es ampliar el uso de pagos digitales y aprovechar de manera más eficiente la infraestructura financiera.

“El problema que tenemos hoy es que hay muchas comisiones en el pago digital. Hay una aplicación que desarrolló Banco de México hace tempo que se llama CoDi, que no se usa, entre otras razones, porque no lo impulsan los bancos porque no tiene comisión”, mencionó la mandataria en su conferencia del jueves pasado.

Reto en SPEI 2.0

Más allá de los desafíos propios de la digitalización de pagos, el SPEI se prepara para una transformación profunda con la ampliación de su infraestructura, conocida como SPEI 2.0. El Banco de México ha planteado que esta nueva etapa deberá mantener las características actuales, pero sumando módulos o servicios escalables bajo demanda, estandarización de procesos, así como mejorar la trazabilidad de las operaciones.

“Uno de los mayores retos será que, mientras el sistema actual continúa funcionando, se construya el nuevo en paralelo. Es como ir volando en un avión a 30,000 pies de altura con todos los pasajeros a bordo, y al mismo tiempo armar uno nuevo en pleno vuelo. La transición será compleja, porque no todos los participantes cuentan con los mismos recursos ni con el mismo personal especializado”, explicó Ángel Melesio, exdirectivo de Banxico y primer ingeniero del SPEI.

El proyecto también busca sentar las bases tecnológicas para la eventual implementación de una moneda digital del banco central e incluso podría habilitar la posibilidad de procesar transacciones con soporte multidivisa. Aunque la transición plantea desafíos, Rumayor destacó que el sector observa con expectativa el avance de este proceso.

“Para lograr digitalizar los pagos, debemos trabajar en conjunto. La idea es que se nos vea como socios que buscan construir de manera abierta. El verdadero enemigo no son los bancos ni las fintech: el enemigo es el efectivo, el enemigo es la informalidad. Lo importante es encontrar la manera de facilitar el acceso a financiamiento a través de soluciones digitales”, afirmó Rumayor.

El SPEI permite transferencias inmediatas entre cuentas; sobre esta base surgieron CoDi en 2019, para pagos con QR y NFC, y Dimo en 2023, para transferencias con solo el número de celular.

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