La utopía del agua
Este 2025 ha sido un año lluvioso, gracias a ello el Sistema Cutzamala, al corte del 19 de septiembre, está cerca del 84 por ciento de su capacidad, lo que garantiza el abastecimiento de agua potable durante los próximos dos años, según la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Es una noticia excelente que da un respiro a la capital del país, tan necesitada del agua que le provee dicho sistema. El gobierno de la ciudad debería aprovechar dicho margen para intentar solucionar el problema de la sobreexplotación del acuífero y la escasez de agua que cotidianamente padece la urbe, especialmente en el oriente.
Es insensato que el agua que cae del cielo vaya al drenaje y termine mezclada con aguas negras y desechada por el drenaje profundo hacia Hidalgo. Deberíamos contar con sistemas de captación de lluvia suficientes para aprovechar la lluvia. Existe el Programa Cosecha de Lluvia, destinado a las alcaldías Tlalpan, Tláhuac, Milpa Alta, Azcapotzalco, Gustavo A. Madero, Magdalena Contreras, Iztapalapa y Coyoacán, donde el gobierno central subsidia al 50 por ciento la instalación de un sistema de captación en los hogares interesados. Qué bueno que existe el programa, pero hace falta uno de mayores dimensiones, la viabilidad futura de Ciudad de México depende de darle solución a la escasez de agua. Existen las soluciones basadas en la naturaleza (NbS) que parten de la idea de que la propia ciudad puede comportarse como un ecosistema capaz de captar, filtrar y reutilizar el agua de lluvia. En lugar de depender solo de tuberías y drenajes, se introducen elementos como jardines de lluvia, humedales urbanos, camellones vegetados, pavimentos permeables, techos verdes y corredores arbolados que permiten que el agua se infiltre al subsuelo o se dirija hacia depósitos de almacenamiento. Este modelo se ha aplicado con éxito en Barcelona y Estocolmo, donde la rehabilitación de calles y plazas ha reducido inundaciones y al mismo tiempo ha generado nuevos espacios verdes. El famoso Bachetón en realidad debería ser un programa de sustitución del actual por pavimento permeable. Los techos verdes y los parques permeables alivian la presión sobre sistemas de drenaje envejecidos. En la Ciudad de México, adoptar este enfoque implicaría transformar espacios públicos y vialidades impermeables en superficies que retengan y filtren agua, proteger humedales naturales y crear humedales artificiales en zonas críticas como Iztapalapa y Xochimilco, e integrar corredores verdes que capten el agua de lluvia que, en lugar de infiltrarse en el suelo, corre por calles, banquetas, techos, hasta acumularse en charcos, drenajes o cauces, en avenidas principales. De esa manera, se reducirían las inundaciones recurrentes y, al mismo tiempo, se aportaría agua al acuífero del Valle de México, hoy sobreexplotado y esencial para el suministro de la capital.
Ojalá la jefa de gobierno, Clara Brugada, abandere otras utopías, además de las que propone, como la utopía de tener agua para vivir. La naturaleza nos regaló dos años más.
X: @munozoliveira