Naciones Unidas: 142 vs 2
Esta semana se hizo aún más patente que los gobiernos de Netanyahu y Trump están absolutamente solos en el “concierto de las naciones” en la despiadada e impune terquedad que representa su campaña genocida contra el pueblo Palestino.
La semana pasada, durante su visita a Reino Unido, el único tema de escozor entre Trump y el Starmer fue precisamente el de Gaza y los territorios ocupados. Trump fue recibido en Londres con manifestantes a favor de Palestina, y con el concierto más grande hasta ahora realizado para recaudar fondos para esta causa. Con la presencia de celebridades como Richard Gere, la abogada de Naciones Unidas Francesca Albanese, el futbolista Eric Cantona, así como un amplio número de activistas y organizaciones involucradas en apoyar Gaza, se celebró un zendo evento de cuatro horas, al tiempo que Trump cenaba en Windsor con los reyes Carlos III y Camila. Esa noche, entre una banda de música y otra en Wimbley, fueron tomando la palabra representantes de la prensa (el ejército de Israel ha matado sistemáticamente a más de 270 periodistas), del servicio médico (también se ha destruido la gran mayoría de la infraestructura hospitalaria), de organizaciones de derechos humanos y ayuda humanitaria, como Save the Children, Love for Gaza, Jewish for Peace, entre tantas otras.
El tema no desaparecerá para Trump, y ha sido central en el 80 aniversario de Naciones Unidas. La semana pasada la ONU emitió su tercer reporte sobre Gaza, que en esta ocasión sí reconoce que Netanyahu y sus aliados de extrema derecha son culpables de un genocidio y de crímenes de lesa humanidad. Asimismo, Reino Unido, Australia, Canadá, Francia y Portugal reconocieron al Estado palestino. Trump y Netanyahu también han tenido que digerir la posición de António Guterres, que declaró que los principios de Naciones Unidas están “bajo amenaza, como nunca”, así como la de la propuesta franco-saudí de cese al fuego presentada por Emmanuel Macron (ovacionado) y suscrita por 142 países, que propone un camino concreto para avanzar en la solución de dos estados. Sin embargo, llega en un momento en que Netanyahu y su gobierno están más que borrachos de impunidad, arrasando cada piedra en Gaza con un saldo que ya supera los 80,000 muertos (al menos la mitad son niños y mujeres), con 2 millones de personas desplazadas en la Franja; triplicando el territorio que han ocupado en Cisjordania, con más violencia de la que ya acostumbraban; bombardeando cinco países de Oriente Medio; bloqueando la ayuda humanitaria y causando una hambruna sin precedentes. Tanto él como sus ministros de Defensa y Finanzas lo dicen abiertamente: nada de los acuerdos de Oslo de 1993 debe ser respetado. Al contrario, Otzma, el partido de extrema derecha de Israel y parte clave de la coalición de gobierno, rechaza absolutamente cualquier posibilidad de la existencia de Palestina.
De ahí la importancia de la reunión que Trump sostendrá con los líderes de los países árabes, y más aún en el contexto de su declaración en la Asamblea de que “reconocer al Estado Palestino es un premio demasiado grande para los terroristas de Hamas”. No olvidemos que en mayo su primera gira como mandatario fue precisamente a Arabia Saudita, Emiratos Árabes y Quatar para promover acuerdos económicos.
Esta ola de presión por parte de los países europeos es la respuesta tarde y tímida a una exigencia mucho mayor por las sociedades de sus países. Las marchas en Londres, Ámsterdam, Berlín, París, Madrid, Roma y tantas otras capitales de Europa han crecido conforme pasan los meses —dos años— de la respuesta desmedida e inmoral de Netanyahu a los ataques del 7 de octubre de 2023. Cientos de miles de ciudadanos en las calles todas las semanas en el mundo entero. Miles de artistas y cineastas (Susan Sarandon, Angelina Jolie, Antonio Banderas, Gael García, Dua Lipa, entre tantos otros), líderes de opinión y activistas han manifestado su repudio cada vez con más fuerza. Estadios de fútbol repletos con banderas de Palestina, así como el boicot de eventos deportivos y Eurovision, así como la flotilla global Sumud, son algunas de las acciones constantes contra Netanyahu. La sociedad civil en Europa exige que no haya un doble estándar entre las sanciones que se han impuesto al gobierno de Putin y las que no se han tomado contra Netanyahu. En días pasados, la Unión Europea aprobó el “fin temporal” de su acuerdo de libre comercio con Israel, lo que para muchos es insuficiente, y claman por un embargo generalizado de armas.
Pero además hay poesía y arte a favor de la paz y en contra de la matanza. Justo en estas semanas se lleva a cabo, en Nueva York, la Bienal de Arte Palestino, “Desde Gaza para el Mundo”. Y en Wibley, el músico y productor Brian Eno leyó un poema desgarrador de Kahled Juma dedicado a los niños víctimas de los ataques de Israel.
Hace 80 años, Eleanor Roosevelt señaló que las Naciones Unidas tal vez no serían un lugar capaz de promover la paz general en el mundo, pero que, si debiese lograrlo, al menos nuestra sociedad no se desviaría rumbo al infierno. En este aniversario no puede celebrarse que la ONU esté cumpliendo con ese noble objetivo. Gaza es hoy un infierno.