Jugar con fuego: Francia abraza el trumpismo
Cuando una formación política deslegitima la institución judicial de un país democrático en un intento de esquivar sus responsabilidades penales, obviando intencionadamente la verdad y el bien común, raramente hay vuelta atrás. El daño producido al sistema, a la confianza de la ciudadanía en las instituciones, tiene muy difícil arreglo, si es que lo tiene. Basta mirar a Estados Unidos, cuya democracia nunca fue tan frágil como bajo el mandato de Trump. Por ese motivo, es más que preocupante que la líder del Reagrupamiento Nacional (RN), Marine Le Pen, haya elegido una estrategia de descrédito hacia la justicia tras haber sido declarada culpable por malversación de fondos públicos e inhabilitada por cinco años con efecto inmediato.