La migraña discapacitante afecta sobretodo a población productiva y mujeres

La migraña es un trastorno neurológico crónico e incapacitante que se sabe tiene alta prevalencia en México, sobre todo en mujeres, pero que desafortunadamente no es reconocido ni bien tratado, y, por lo mismo, muchas personas que lo sufren siguen sin diagnóstico o reciben atención fragmentada, enfrentando barreras como altos costos personales, cobertura de seguro limitada y difícil acceso a servicios especializados.
Ello evidencia una necesidad urgente de que la migraña sea verdaderamente reconocida como enfermedad por el sistema de salid, y por tanto que los pacientes tengan diagnóstico oportuno y acceso equitativo al tratamiento. Así lo explicó la neuróloga clínica con subespecialidad en neurofisiología Martha García, líder médica de Migraña en la farmacéutica Pfizer México.
Al presentar la encuesta realizada por la American Health Foundation (AHF), una organización sin fines de lucro con sede en Washington D.C., que busca ser puente entre sector público y privado en la búsqueda de soluciones para enfrentar las barreras de acceso en salud en América Latina, se dijo que la migraña afecta a más de 1,000 millones de personas en el mundo y representa una de las principales causas de discapacidad.
Y para documentar y tener datos de la situación en la región, la AHF desarrolló una encuesta entre febrero y agosto de 2025, entrevistando a pacientes en siete países: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, México y Perú. Los resultados revelaron los desafíos enfrentados diariamente para obtener diagnóstico, tratamiento adecuado y calidad de vida.
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Opinión
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Los hallazgos sobre migraña en México
En el caso de México, el estudio encontró que 41.2% de participantes con migraña tienen entre 25 y 44 años, es decir que están en una etapa de vida productiva generalmente los años de trabajo más activos, y un 37.6% son mayores de 55 años. El 76% de los participantes de la encuesta fueron mujeres, confirmando que es el grupo más afectado.
En cuanto a la duración de los episodios de migraña se detectó que varían considerablemente: mientras que el 15.1% duran menos de 4 horas, más del 44% reportan crisis superiores a 9 horas y un 8.4% supera las 72 horas; para quienes viven crisis de migraña por más de 9 horas implicaría que les impacta seriamente en su calidad de vida y su productividad.
Por otro lado, la encuesta también reflejó la tardanza en que los pacientes logran ser atendidos: una cuarta parte (25.2%) de los participantes esperó más de cinco años para recibir un diagnóstico.
Otro elemento que se hizo ver en el estudio fue el presentismo, ya que la gente sigue trabajando a pesar de sus ataques de migraña incapacitantes: más de la mitad de las participantes (52.9%) afirmaron no haber faltado al trabajo en el último mes. Esto, pese a que la migraña perturba gravemente la vida cotidiana, ya que más de la mitad de las participantes afirman que las actividades de ocio (57.9%) y las tareas cotidianas (53.8%) se ven afectadas a menudo o siempre.
Naturalmente esta situación deriva en un impacto emocional y psicológico entre los afectados. De acuerdo con el reporte de AHF, 58% de los pacientes con frecuencia experimenta ira o frustración, y el 39.5% experimentaba depresión o tristeza debido a la migraña.
En ese contexto, una conclusión es que la migraña interrumpe gravemente la vida diaria, para más del 50% afecta constantemente su tiempo libre y tareas diarias. Sin embargo, más de la mitad de los participantes, 52.9% continúan trabajando a pesar del dolor.
Parte del problema es que hay escasa o nula información sobre las opciones que existen para atenderse. En la encuesta resultó que más de la mitad no tenían idea; 52.1% se sintió poco o nada informado sobre las opciones de tratamiento de la migraña, lo que, dijo la doctora García, demuestra la necesidad de una mejor educación y orientación.
Síntomas más frecuentes
Los síntomas más frecuentes y severos incluyen dolor punzante unilateral (67.2%), hipersensibilidad a la luz y al sonido (73.1%) y ataques prolongados (64.7%), los cuales también fueron calificados como graves en más de la mitad de los casos.
Los ataques de migraña eran frecuentes e incapacitantes, pues el 35% experimenta entre 1 y 3 ataques al mes, y el 26% tiene entre 4 y 14 días con migraña al mes.
De los entrevistados, 8% vive con migraña crónica, enfrentándose a dolores de cabeza durante 15 o más días al mes.
Entre 64% y 73 % de los participantes informaron con frecuencia o siempre de síntomas clave como dolor de cabeza prolongado, dolor punzante unilateral y sensibilidad a la luz o al sonido.
Los signos de alerta temprana son frecuentes, 55% experimenta síntomas prodrómicos, pero muchos seguían teniendo dificultades para identificar los factores desencadenantes.
7 de cada 10 participantes lidian con los efectos posdromos (síntomas posteriores como fatiga, confusión y falta de concentración) después de la mayoría de los ataques, lo que subraya una carga que con frecuencia se pasa por alto en el cuidado y manejo de la migraña.
De los latinoamericanos entrevistados, más del 25% tardó más de cinco años en obtener un diagnóstico, y casi 28% aún no cuenta con uno.
Más aún, un tercio de los participantes se sintieron insatisfechos con sus tratamientos actuales para la migraña y dijeron necesitar mejores opciones de atención. Muchos también (43.7%) sintieron que sus síntomas fueron minimizados o ignorados por profesionales de la salud antes de recibir un diagnóstico, lo que revela falta de mayor concientización entre los profesionales de salud.
Sobre las limitaciones que impone la migraña en el crecimiento profesional y el rendimiento, el 37% de encuestados afirmó haber reducido su productividad y 9% faltó al trabajo con frecuencia.