La extrema derecha alemana se lanza a la conquista de los bastiones socialdemócratas del oeste

Este hombre que pasea por la vieja ciudad industrial de Gelsenkirchen ―cabello y bigote blancos, camisa de cuadros y pantalones vaqueros, aspecto de abuelo afable, ciudadano común, vecino de toda la vida―, este hombre, en tiempos normales, pasaría desapercibido. Pero estos no son tiempos normales y Norbert Emmerich podría dar a la extrema derecha de Alternativa para Alemania (AfD) uno de sus mayores éxitos electorales hasta la fecha. Por la calle le saludan y le paran, o le miran con suspicacia.