Audi enfrenta arancel de 27.5% en EU y acelera integración regional de autopartes
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San José de Chiapa, Puebla.- La planta de Audi en San José Chiapa, Puebla, atraviesa una etapa de reconfiguración para mantener su competitividad en el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Desde abril, el complejo ha tenido que pagar un arancel de 27.5% para exportar el modelo Q5 hacia el mercado estadounidense, lo que presiona sus costos en uno de los principales destinos de venta. El arancel se compone de dos elementos: un 25% que aplica a los vehículos que no cumplen con el Valor de Contenido Regional (VCR) exigido por el acuerdo comercial, y un 2.5% correspondiente a la tarifa de nación más favorecida, la misma que la marca pagaba antes de los ajustes impulsados por la administración de Donald Trump. Las operaciones de Audi en México se han enfrentado de manera desfavorable a las nuevas políticas comerciales de Donald Trump, pues la firma de los cuatro aros ha estado pagando un arancel de 27.5% por mandar el Audi Q5, que ensambla en Puebla, hacia Estados Unidos.
Más allá de EU
Fernando Martínez, director de relaciones corporativas de Audi México, detalla que el Q5 alcanza actualmente un VCR de 63%. Aunque la nueva generación aumentó desde el 62% de la anterior, sigue por debajo del umbral requerido para exportar sin aranceles. El reto se concentra en integrar más proveeduría regional, una tarea compleja en componentes de alto valor como motores y transmisiones. “No solo es localizar, sino también hay que cumplir con las reglas de origen. No solo es localizar, sino que también esas partes que entregan cumplan y ahí es donde estamos trabajando con los proveedores”, añade Martínez. La empresa señaló que aunque el modelo Q5 ha elevado su VCR, actualmente no satisface dichos requerimientos. Audi añadió que continúa trabajando en la búsqueda de opciones y alternativas que le permitan alcanzar estos parámetros. Por ahora, su atención está puesta en 2026, cuando se llevará a cabo la renegociación del acuerdo, de la cual espera conocer los nuevos criterios de origen que se establecerán. “Es una afectación fuerte, por eso estamos trabajando con el Gobierno de México y conjuntamente con el Gobierno de Estados Unidos para que de alguna forma encontremos esquemas que nos permitan no estar pagando esto, porque esto es solamente una decisión a corto plazo”, comenta el directivo. A diferencia de otras armadoras que cuentan con instalaciones en territorio estadounidense, Audi solo opera en el continente americano con la planta de Puebla, lo que limita sus alternativas inmediatas para sortear el efecto arancelario. Las cifras muestran los estragos. Según datos de Inegi, la producción de Audi en México sumó 95,200 unidades entre enero y agosto, lo que representó una caída de 2.4% frente al mismo periodo del año previo. Las exportaciones alcanzaron 89,976 vehículos, con un descenso de 3.1%. Sin embargo, la estrategia comercial de la firma evita depender únicamente de Estados Unidos. En cualquier parte del mundo donde se vea un Q5 —excepto China e India— se trata de un vehículo ensamblado en Puebla. Esta diversificación ha permitido mantener volúmenes relevantes en otros mercados, aunque EU sigue siendo un destino clave. La planta mexicana también se distingue por su nivel tecnológico. Algunas naves, como la de estampado, cuentan con hasta 90% de automatización, lo que la convierte en una de las factorías más modernas del grupo en todo el mundo. Su relevancia dentro de Audi AG ha abierto la puerta para futuros proyectos. La matriz evalúa asignar a Puebla la producción de un modelo completamente eléctrico, en línea con la meta global de dejar de vender vehículos de combustión interna hacia 2033. “El futuro de esta industria es eléctrico y obviamente Audi México apuesta por ese futuro. Estamos trabajando en ello, estamos discutiendo y peleando con otras plantas del mismo grupo para ver quiénes se pueden quedar con el proyecto”, asegura Martínez. En 2022 se mencionó que sería el propio Q5 el que tendría una versión eléctrica producida en México, aunque por ahora no se ha confirmado el modelo. Lo cierto es que el siguiente proyecto deberá alinearse con la estrategia de cero emisiones. La armadora ya ha comenzado a preparar el terreno para esa expansión. En los 460 hectáreas del complejo, de los cuales 200 siguen disponibles, se inauguró el año pasado una segunda nave de carrocerías para incrementar capacidades productivas.
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