Las Fuerzas Armadas quedaron tocadas

El golpe que está sufriendo la Marina Armada de México es durísimo, superior a lo que se viene señalando, ha sido en los últimos 20 años la institución castrense de México más respetada, para las agencias estadounidenses se convirtió en el brazo de confianza, fue a la Marina a la que le confió información sensible que luego se tornó en operativos de gran calibre.

Nada nuevo, desde que López Obrador traicionó su promesa de regresar los militares a los cuarteles y los llenó de dinero y responsabilidades ajenas a sus funciones fundamentales, abundaron las voces que advertían de los riesgos, se confirmó aquello que decía el general Álvaro Obregón cuando quería sobornar soldados: “Nadie aguanta un cañonazo de 50,000 pesos”. De aquellos…

La serie de revelaciones que vinieron a confirmar la corrupción de altos mandos involucrados en el contrabando de combustibles llamado huachicol fiscal, en contratos oscuros, en puertos y aduanas la mancharon; a lo largo del sexenio pasado episodios similares fueron denunciados en torno al Ejército.

Las instituciones de larga data no se destruyen del todo, la Iglesia católica ha perdido terreno, pero sigue su camino, la Luz del Mundo, a pesar de los abusos de su apóstol, pierde pocos feligreses. Lo mismo sucederá con las militares.

El actual secretario de Marina pronunció un contundente discurso: “Fuimos nosotros mismos quienes dimos el golpe de timón, porque la lucha contra la corrupción y la impunidad son parte central de la transformación”. Solo que se quedó a la mitad del camino, siguió en consonancia con la presidenta, el fiscal y el secretario de Seguridad, quienes días atrás hicieron hasta lo imposible por proteger al expresidente y al exsecretario de Marina. En la mañanera de ayer 17 de septiembre, Sheinbaum lo siguió haciendo.

Gertz Manero sostiene que dos años atrás el almirante Ojeda pidió que investigaran a todo su personal por el huachicol fiscal. La pregunta es obvia: ¿Qué hizo en esos dos años? ¿Por qué la Marina, teniendo sus propias instancias de investigación y procuración de justicia, no lo hizo? ¿Investigar a todos? ¿Incluidos los dos sobrinos de Ojeda?

El periodista Mario Maldonado, en su columna en el periódico El Universal, dio a conocer su encuentro con el secretario de Marina Raymundo Pedro Morales en enero pasado. Le preguntó acerca de los contratos irregulares tanto en la administración anterior como en la suya, revelados en El CEO: “Al final, la institución respondió de forma superficial, aceptando que se trató de adjudicaciones directas, pero sin explicar por qué empresas fantasma ligadas a jóvenes estudiantes y despachos improvisados terminaron con contratos millonarios”.

Lo cierto es que fue Estados Unidos el que desató los demonios, porque por lo menos desde 2019 varios medios de comunicación publicaron grabaciones, documentos, testimonios y evidencias de la corrupción en las aduanas y del huachicol fiscal que López Obrador aseguraba no existía.

El gobierno de Claudia Sheinbaum ha decidido proteger a los principales responsables, el discurso de soberanía no da para que el pueblo crea en la inocencia del expresidente, sus hijos, miembros de los dos gabinetes y algunos negociantes.

Nada se gana con negar la realidad, al contrario. Las Fuerzas Armadas han sido tocadas, nadie dice que tocadas de muerte. Tomará tiempo recuperar lo perdido, pueden engañarse con encuestas y poder, pero al final habrá señales del impacto.

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