Ahí viene el T-MEC 2.0

El 29 de enero de 2020, Donald Trump dijo: “el USMCA es el acuerdo comercial más justo, más balanceado y más benéfico que jamás se haya convertido en Ley. Es el mejor acuerdo que hemos hecho”.

Cinco años después, es claro que no sigue pensando lo mismo. Ese acuerdo justo, balanceado y benéfico va en camino a la Sala de Operaciones. ¿Tendremos una cirugía pequeña o una reconstrucción? Esa es una de las preguntas. En el lenguaje de los negociadores, el dilema es si tendremos una revisión o una renegociación.

Ayer, los gobiernos de Estados Unidos y México anunciaron que arrancan las consultas de cara a lo que será el proceso de revisión/renegociación del 2026. Fueron anuncios por separado. Primero la USTR de Estados Unidos y luego la Secretaría de Economía de México. Son convocatorias para que al interior de cada país se expresen opiniones, análisis y recomendaciones sobre cómo ha funcionado el acuerdo y qué cosas deberían cambiar.

A reserva de ver cómo queda la convocatoria mexicana en el Diario Oficial, el documento de la oficina comercial estadounidense llama la atención por el listado de temas en los que espera comentarios: Implementación del T-MEC, su cumplimiento; recomendaciones para equilibrar el comercio; acceso a mercados; clima de inversión; competitividad; seguridad económica y cooperación trilateral.

¿Qué espera la Secretaría de Economía de la consulta? En un sentido estricto, nunca hemos tenido un mecanismo así. En la negociación del TLCAN y en la del T-MEC, había un “Cuarto de al lado”, con empresarios y expertos que colaboraban con el equipo negociador del Gobierno. Ofrecían sus puntos de vista, entregaban informes técnicos y servían como caja de resonancia de las inquietudes de los negociadores gubernamentales.

Estados Unidos no esperará a tener las conclusiones de las consultas para ejercer presión sobre México. Estamos en el día 47 del plazo que Trump concedió antes de aplicar aranceles de 30% a las exportaciones mexicanas que no cumplen con el T-MEC. El Secretario de Estado, Marco Rubio, habló de las barreras no arancelarias con la Presidenta Sheinbaum. El Departamento de Transporte está cambiando los términos de la alianza entre Aeroméxico y Delta. En el aire está un nubarrón que no tardará en producir tormenta: Hay un desbalance de 112,000 millones de dólares a favor de México en los primeros siete meses del 2025.

¿Cómo trabajará México? Antes de que termine el año, el Gobierno deberá dar respuesta y tratar de resolver lo que plantea Estados Unidos. Queda la duda de si se reactivará el “Cuarto de al lado” y cómo funcionaría con la 4 T. Más aún, lo más importante es saber cuáles son los temas que México quisiera poner en la mesa de negociaciones… meter en la Sala de Operaciones. ¿Estará el sector energético y los planes para Pemex y CFE; las restricciones en minería?

Una duda razonable: ¿Hay planes para reforzar el equipo negociador mexicano? El sexenio pasado salieron de Economía gran parte de los cuadros expertos que hicieron la negociación del T-MEC y otros acuerdos comerciales. Muchos de ellos siguen activos, como consultores privados, y podrían ser contratados como agentes libres, si el Gobierno así lo deseara. Una cosa es obvia: necesitamos armar un trabuco negociador, un dream team. Es la negociación comercial más complicada que habremos de enfrentar en una generación. En juego están dos tercios del PIB, si sumamos exportaciones e importaciones. Siete millones de empleos. Más de 2,000 millones de dólares diarios de comercio binacional.

¿Saldrá el paciente con vida del quirófano? Hace dos años, podríamos calificar de absurda esta pregunta. Ahora, no estamos en condiciones de descartar ningún desenlace. De la sala de operaciones, pueden salir dos acuerdos de libre comercio, por separado entre Estados Unidos, México y Canadá. Un T-MEC fortalecido… o un T-MEC mutilado. El reto es mantener con vida un acuerdo de libre comercio frente a un Gobierno superproteccionista y superpoderoso (o viceversa).

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