Bonos de carbono son poco atractivos para las empresas e inversionistas bursátiles
Los bonos de carbono no son plenamente atractivos en México debido a la falta de regulación, la corrupción, la complejidad de los mercados y la dificultad de medir y verificar proyectos, lo que genera desconfianza entre empresas e inversionistas.
Durante el evento ‘México Carbon Forum 2025’, con sede en Tampico, Mauricio Coindreau, director de Global Sustainability en Alpek, aseguró que “actualmente, las tasas de interés para los bonos se han vuelto “menos competitivas”. Además, el costo de emitir, verificar y seguir un préstamo o bono de carbono ha resultado ser “más costoso” que el ahorro obtenido por la tasa de interés”, aseguró.
Alpek es una empresa petroquímica que cotiza en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), la cual produce PTA (ácido tereftálico purificado), PET (tereftalato de polietileno), EPS (poliestireno expandible) y polipropileno (PP), con presencia en América, Europa y Oriente Medio.
Coindreau espera que el mercado de bonos se vuelva “más competitivo” y atractivo con el tiempo.
“Esto se debe en parte a las regulaciones emergentes en lugares como México, que están obligando a las empresas a proporcionar mayor transparencia y verificaciones. Estas regulaciones podrían hacer que el costo actual de verificación sea menos relevante, lo que, a su vez, hará que las tasas de interés sean más competitivas en el futuro”, aseguró.
Los bonos de carbono comenzaron siendo muy activos; sin embargo, se volvieron menos competitivo, “pero creemos que “volverá a agarrar esa fluidez” una vez que estas herramientas de sostenibilidad se conviertan en regulaciones”.
Tema de reputación
Ana Karen Mora, directora de Sostenibilidad de Fibra Uno y Fundación Funo, comentó que existe un “tema de reputación” alrededor de los bonos de carbono, donde algunas personas creen que se compran para evitar el trabajo de reducir las propias emisiones.
Fibra Uno es el primer Fideicomiso de Inversión en Bienes Raíces en México y Latinoamérica, enfocado en adquirir, desarrollar, operar y vender inmuebles como centros comerciales, parques industriales y oficinas, para generar retornos y valor a sus inversionistas.
No obstante, “la perspectiva es que, si se implementa una buena estrategia que demuestre y registre la reducción de emisiones y el trabajo en eficiencia, entonces la compra de bonos de carbono se convierte en la gran solución” para las emisiones residuales que no se pueden evitar”, aseguró Mora.
Hacia adelante, espera que haya más proyectos de bonos de carbono en México, “ya que la mayoría de los proyectos verificados a nivel global se encuentran fuera del país”.
Verónica Ordóñez, subdirectora de Innovación Tecnológica en Soriana identificó que hay barreras que enfrenar la emisora al intentar obtener “créditos verdes”.
Destacó un exceso de requisitos. “La gran cantidad de requisitos que se solicitan puede complicar el proceso, especialmente si la empresa no tiene una trazabilidad completa de todos sus procesos”, y dos, “el retraso por procesos legales, los equipos jurídicos a menudo se “entrampan” con el clausulado necesario para cumplir con las exigencias, lo que alarga los proyectos”.
Resaltó que este retraso puede ser una barrera que lleve a la empresa a decidir continuar con métodos de financiamiento tradicionales, como el arrendamiento financiero.
Para Ordoñez, la visión hacia el futuro es de un mercado estandarizado en México para este tipo de financiamiento, ya que considera que aún falta desarrollo en esa área. Mientras tanto, su postura es aprovechar las oportunidades que ya existen para descarbonizar, ya que cualquier acción en ese sentido es un bien para todos.
También espera que en el futuro existan excelentes esquemas de financiamiento para nuevos sectores como la electromovilidad.