¿Quién es el dueño de Jarritos y por qué existen "dos versiones" del refresco en México?

<


El origen de Jarritos en México En 1950, en la Ciudad de México, Francisco “El Güero” Hill desarrolló un refresco que pronto comenzó a abrirse paso en el mercado nacional: Jarritos. Hill no solo formuló la bebida, también se encargó del diseño de la botella y del logotipo, en un contexto en el que las marcas internacionales ya tenían fuerte presencia en el país. El primer sabor que lanzó fue café, una apuesta inusual para el sector. Sin embargo, el éxito llegó poco después con el tamarindo, una opción distinta a lo que ofrecían otras refresqueras y que ayudó a posicionar la marca en los años cincuenta. El nombre, Jarritos, hace referencia a los recipientes de barro que tradicionalmente se usaban en México para conservar frías las bebidas, lo que reforzó el vínculo cultural de la marca con el consumo popular.
¿Quién es el dueño de Jarritos y por qué hay dos versiones en México? La historia de la marca cambió en 1983, cuando Embotelladora Mexicana, S.A. de C.V. adquirió Jarritos. Desde entonces, esta empresa se encarga de su producción y conserva derechos de la marca en México.
Embotelladora Mexicana forma parte de Consorcio AGA , un grupo de capital 100% mexicano fundado en 1931 por el jalisciense Abelardo García Arce, quien inició la compañía Tepeyac, Hielo y Refrigeración. Actualmente, la operación del consorcio está en manos de los hijos y nietos del fundador, según se lee en su sitio web. Aunque Embotelladora Mexicana mantiene la producción en gran parte del país, Grupo GEPP —la embotelladora de Pepsi en México— también produce Jarritos desde que entre 2011 y 2012 adquirió la franquicia para ciertas regiones, según se lee en el
reporte de aquel año . GEPP se encarga de fabricar, embotellar, distribuir y comercializar el refresco en esos territorios. De acuerdo con su página oficial, la
versión de Jarritos producida por GEPP está disponible en: Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chiapas, Chihuahua, Coahuila, Colima, Durango, Guanajuato, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán y Zacatecas. GEPP no tiene un dueño único, pero el
Consorcio Cultiba posee el 40% de la embotelladora , lo que le otorga un peso relevante en sus decisiones. Además de Jarritos, GEPP produce y distribuye marcas globales de PepsiCo como Pepsi, 7Up, Mirinda, Lipton y Gatorade; sus marcas propias incluyen Epura, Electropura, Santorini, Trisoda, Spin, Junghanns y Acqua di Roma; y también opera marcas de terceros como Petit, Squirt, Canada Dry y algunos productos de Jumex.
¿Cómo diferenciarlas? La diferencia más visible está en el logo y la etiqueta. Jarritos de Embotelladora Mexicana: el logo muestra tres jarritos alineados horizontalmente, con colores verde y amarillo. La tipografía es más sobria. En la etiqueta, cerca del área de ingredientes, se especifica que está “elaborado por Embotelladora Mexicana, S.A. de C.V.”. Esta es la versión que suele encontrarse en la Ciudad de México y el Estado de México. Jarritos de GEPP: el logo también presenta tres jarritos, pero uno grande al centro y dos pequeños a los lados, con colores verde y naranja. La tipografía del nombre es más estilizada. En la etiqueta aparece la leyenda “Grupo GEPP”. Esta versión circula en las regiones autorizadas a la embotelladora. En las zonas donde GEPP no tiene permitido distribuir Jarritos, la compañía
comercializa la marca Barrilitos como alternativa para competir en el mismo segmento.
¿Quién lleva Jarritos a EU y el mundo? La historia de Jarritos no se limita a México. A finales de los años ochenta, la familia Hill —fundadora de la marca— se asoció con el empresario Luis Fernández para crear
Novamex , una compañía encargada de llevar los sabores mexicanos a Estados Unidos. Desde entonces, esta firma con sede en El Paso, Texas, se convirtió en la gran promotora internacional de Jarritos, Sidral Mundet y Sangría Señorial. Con el tiempo, Jarritos encontró un espacio propio en el mercado estadounidense, dominado por gigantes como Coca-Cola y Pepsi, al posicionarse como “el refresco más mexicano”. Para atender la creciente demanda, Novamex abrió dos plantas embotelladoras en el norte de México durante la década de 2000, lo que le permitió aumentar la producción y expandirse a más mercados. Hoy, la versión internacional de Jarritos incluye una gama de sabores más amplia que la disponible en México: además de tamarindo, mandarina, limón, piña y tutifruti, ofrece variedades como guayaba, cereza, Jamaica, toronja, incluso Jarritos Cola y opciones sin azúcar. La expansión ha sido significativa: Jarritos se consume no solo en México y Estados Unidos, sino también en Canadá, Costa Rica, Puerto Rico y República Dominicana, además de países europeos como España, Francia, Alemania y Reino Unido; en Asia, con presencia en China, Singapur, Corea del Sur y Emiratos Árabes; y hasta en Oceanía, con distribución en Australia y Nueva Zelanda. Así, mientras en México la marca está dividida entre Embotelladora Mexicana y Grupo GEPP, en el extranjero es Novamex quien sostiene la identidad de Jarritos como uno de los refrescos más reconocibles de origen mexicano. “Que una misma marca sea operada por varias empresas en diferentes partes del mundo es algo común. Tal es el caso de Del Monte, cuya marca es gestionada por distintos consorcios a nivel internacional, sin que exista relación de subordinación entre ellos. La trayectoria de Jarritos muestra cómo una marca mexicana puede consolidarse y diversificarse a pesar de la competencia de gigantes globales:
]]>