El 41% de los mexicanos respalda el aumento del impuesto a los refrescos

El 41% de las personas en las redes sociales en México considera positivo el incremento al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) en refrescos y bebidas azucaradas anunciado por el gobierno federal para el próximo año.
El hallazgo proviene de un análisis de 1,156 conversaciones públicas en Facebook, X, TikTok, YouTube e Instagram realizado por la firma Dinamic, que revela cómo la discusión digital en torno al tema está polarizada, con una parte importante de los usuarios que considera positiva la medida como una forma para combatir los problemas de salud pública asociados al consumo de refrescos.
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Dentro del Paquete Económico 2026 enviado por la presidenta Claudia Sheinbaum al Congreso de la Unión este lunes se incluyó una propuesta para modificar la Ley del IEPS y aumentar de 1.64 a 3.08 pesos por litro el gravamen a los refrescos.
Al respecto, el estudio de Dinamic identificó un intenso debate en línea, con posturas encontradas: mientras 51.67% de las menciones expresaron rechazo, un 41.38% mostró simpatía hacia la medida al considerarla una estrategia para reducir el consumo de bebidas azucaradas y atender problemas de obesidad y diabetes.
Apenas 6.95% se mantuvo en una posición neutral, aportando comparaciones internacionales o reflexiones fiscales.
En términos de alcance, la firma estimó que más de 1.3 millones de usuarios estuvieron expuestos a publicaciones relacionadas con el tema en los primeros días de septiembre de 2025, justo cuando el gobierno federal anunció que el incremento al IEPS formaba parte del Paquete Económico 2026.
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IEPS a refrescos: ¿Qué dicen las personas en sus redes?
Las críticas dominantes giraron en torno a la afectación que este gravamen tendrá sobre el consumo popular. Para una amplia parte de los usuarios, el alza al IEPS se traduce en un golpe directo al bolsillo, especialmente en los hogares de bajos ingresos, donde los refrescos forman parte del consumo cotidiano.
Una narrativa recurrente fue que el impuesto es en realidad una medida recaudatoria disfrazada de política de salud pública (19%). En ese sentido, muchos expresaron desconfianza sobre el destino real de los recursos y dudaron de que se traduzcan en mejoras tangibles para el sistema de salud.
En contraste, las posturas favorables reconocieron la urgencia de enfrentar la obesidad y la diabetes, dos de los principales problemas de salud pública en México (37%).
Para ese sector, elevar los impuestos a los refrescos puede contribuir a disminuir su consumo, aunque con matices, pues algunos reconocieron que la medida por sí sola es insuficiente y debe complementarse con estrategias educativas y preventivas.
Un 6.9% de las menciones propuso precisamente alternativas centradas en la educación nutricional, con el argumento de que la información es una herramienta más eficaz que los gravámenes para cambiar hábitos alimenticios desde edades tempranas.
Percepción sobre las refresqueras en el consumo
El análisis también reveló críticas hacia las compañías refresqueras, particularmente Coca-Cola, a las que se responsabiliza por fomentar una fuerte dependencia social al consumo de bebidas azucaradas.
En 14% de las narrativas analizadas, los usuarios señalaron que las empresas han contribuido al problema de salud pública y que no existen incentivos reales para que modifiquen sus prácticas comerciales.
Otro punto de debate fue la campaña oficial “Vive saludable, vive feliz”, que apareció en las conversaciones como un esfuerzo de concientización, pero que muchos usuarios percibieron como propaganda política sin garantía de impacto real.