La importancia de entender el rendimiento espera y el riesgo de una inversión (Parte 1 de 2)

Mucha gente invierte completamente a ciegas, sin entender en qué está poniendo su dinero o qué esperar de esa inversión. Es común ver a personas que compran lo que está de moda, lo que ya subió, porque ha dado muchas ganancias. U otras que son seducidas al trading apalancado con promesas de rendimientos extraordinarios, sin comprender los riesgos que corren.

Ese para mí es el peor error al invertir: no entender en qué está poniendo uno su dinero, no comprender los riesgos, no tener claro qué es lo que puede pasar.

En otras palabras, ANTES de invertir, uno tiene que entender qué es y cómo funciona, cuál es el rendimiento esperado en nuestro horizonte de inversión y cuál es el riesgo.

Para entender estos conceptos, de manera intuitiva, vamos a dar un ejemplo. Supongamos que tenemos 100,000 pesos y únicamente dos alternativas de inversión:

1. Prestarle ese dinero a un vecino, un alto ejecutivo de una empresa trasnacional que gana muy bien pero tuvo una emergencia. Él promete devolvernos nuestro dinero en 6 meses, cuando reciba su fondo de ahorro. A cambio del préstamo nos pagará un interés del 10% en el periodo (es decir, un 20% anualizado).

2. Invertir el dinero con el tendero de la esquina, quien recibió una oportunidad de distribuir, en exclusiva, un producto innovador. Pero para poder aprovecharla, necesita ese dinero para poder traer el producto e iniciar con la promoción. Nos promete pagarnos en 6 meses, y garantiza nuestra inversión con activos de su tienda. Si todo sale como él espera, nos pagará intereses a una tasa del 40% anual (hay un 50% de probabilidad de que eso suceda). De lo contrario, si las cosas le salen mal, nos devolverá lo invertido, pero no nos pagará ningún interés.

En estas dos alternativas, claramente, el horizonte de inversion es el mismo: 6 meses. Aunque no es tan obvio, el rendimiento esperado es el mismo. Pero el riesgo es muy distinto.

Vamos por partes. ¿Cómo calculamos el rendimiento esperado? Pues bien, cada escenario posible tiene un rendimiento asociado y una cierta probabilidad de que suceda. Entonces, de manera general, el rendimiento esperado es la suma del rendimiento que nos puede dar cada escenario, por su probabilidad de ocurrencia.

En la alternativa 1, para simplificar, sólo hay un escenario posible. Su probabilidad de ocurrencia es 100%. Entonces el rendimiento esperado (anualizado) es 20%.

En la alternativa 2, hay 50% de probabilidad de obtener una tasa del 40%. Multiplicamos eso (50% x 40%) = 20%. Por otro lado, también un 50% de probabilidad de no ganar nada (50% x 0%) = 0%. La suma de ambos productos es el rendimiento esperado: 20%, al igual que la alternativa 1.

Sin embargo, la incertidumbre es mucho mayor en el segundo caso y eso es precisamente lo que se conoce como riesgo en una inversión: la variabilidad que podría tener el rendimiento esperado, o bien, como en ocasiones se dice, la volatilidad.

¿En cuál de las dos alternativas invertirías tu dinero? Claramente, dado que el rendimiento esperado es el mismo, la respuesta es sencilla: la 1 es la mejor, porque el riesgo o incertidumbre es mucho menor.

Ahora bien, ¿qué pasaría si e tendero de la esquina nos mejora la oferta y aumenta la tasa de rendimiento a un 50% anual? En este caso, la respuesta ya no es tan obvia, porque el rendimiento esperado ahora es del 25% (50% de chances de ganar rendimientos al 50% anual, pero 50% de chances de no ganar nada).

Habrá personas que prefieran tener un rendimiento menor, pero con mayor certidumbre y otras que prefieran la posibilidad de ganar más (aunque con el riesgo de no ganar nada). Eso es lo que se conoce como tolerancia al riesgo. Hay gente naturalmente más conservadora y otra más aventurada.

Claro, si uno cuenta con 200,000 pesos podría invertir en ambas. En este caso, considerando la oferta mejorada del tendero, el rendimiento esperado sería del 22.5% anual. El riesgo de este “portafolio” es mayor que invertir sólo en la alternativa 1, pero es menor que el invertir sólo en la alternativa 2. Esto ilustra los beneficios de la diversificación y sus efectos en la reducción del riesgo (cuando se hace con propósito y de manera inteligente).

Claramente, el este ejemplo está muy simplificado pero sirve perfectamente para ilustrar esos conceptos tan importantes de las inversiones: horizonte de inversión, rendimiento esperado y riesgo.

Ahora bien, ¿qué pasa con inversiones en los mercados financieros? ¿Cómo determino el riesgo esperado y el rendimiento de mi inversión? Hay varias consideraciones que hacer: de ellas hablaré en la segunda parte.

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