Ganancias reales vs. rendimientos publicitarios: lo que debes saber antes de confiar tus ahorros

Ganancias reales vs. rendimientos publicitarios: lo que debes saber antes de confiar tus ahorros

¿Buscas donde invertir tus ahorros? Cuidado con las tasas de interés promocionales o publicitarias que ofrecen las instituciones financieras para atraer a más clientes, porque puedes llevarte un mal sabor de boca.

Cuántas veces no hemos visto que un banco o cualquier otra entidad financiera ofrece jugosos rendimientos en comparación con el resto del mercado, tan elevados que muchas veces no dudamos en darle un voto de confianza y llevar nuestro dinero para que lo pongan a trabajar y obtener grandes retornos.

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Si bien este tipo de tasas de interés no son falsas o fraudulentas, al menos las que están reguladas, sí son excluyentes; es decir, sólo se otorgan a clientes bajo condiciones muy específicas, como niveles de ahorro determinados, plazos definidos o con la contratación de otros productos de la institución, dice Ana Sofía Moya, directora de Ahorro e Inversiones de Crediclub.

Agrega que esos rendimientos son un gancho y se presentan en términos brutos o nominales, es decir, aún no tienen descontados impuestos y comisiones. Por ejemplo, un producto con un rendimiento de 13% anual puede generar una Ganancia Anual Total (GAT) real de apenas 6%, al considerarse la inflación y las comisiones.

“Cuando sales de esas condiciones (que ponen en contrato) te topas con las tasas reales que la institución ya tiene publicadas y ahí evidentemente podemos notar un brinco considerable de esa tasa atractiva, de esa tasa alta, a la tasa promedio que la entidad verdaderamente está ofreciendo para la mayor parte de los clientes”, comenta.

Las condiciones para que te ofrezcan el interés más alto

Nu, una institución con cerca de 15 millones de clientes con tarjetas de débito o crédito, es un caso representativo. De acuerdo con su información vigente al 5 de septiembre, ofrece un rendimiento anual de hasta 15% en su cajita turbo. Se trata de un apartado dentro de su cuenta de débito en la cual se pueden depositar hasta 25,000 pesos, los cuales están disponibles sin penalización alguna.

Para mantenerse activo, el usuario debe realizar una compra al mes con su tarjeta de crédito o débito, sin monto mínimo. Si la cantidad a ahorrar es mayor, se deben usar otras cajitas de la institución, las cuales ya tienen menores tasas de interés.

En un caso hipotético de 10,000 pesos de ahorro, el rendimiento obtenido es 8.05% a un plazo fijo “congelado” de 180 días. A 90 días la tasa baja a 7.95%; a 28 días, a 7.85% y a siete días, a 7.80 por ciento, según su simulador.

Si no se congela el dinero, la tasa baja a 7.75%, con la ventaja de que los recursos están disponibles 24/7 para moverlo a la cuenta Nu.

Falta cultura financiera

Moya destaca que las instituciones financieras reguladas siempre tendrán los detalles de los planes de ahorro e inversión en sus páginas de internet, “siempre son transparentes”. Uno de los problemas, dice, es la educación financiera, porque la población no tiene el hábito de investigar e informarse para tomar una mejor elección.

“Es nuestra responsabilidad (como entidades) educar a los mexicanos para que puedan tomar la mejor decisión y lo que mejor les convenga y dejarlo todo transparente para que los ahorradores puedan tomar sus decisiones”.

Cuidado con los fraudes

La especialista reconoce que sí hay tasas y supuestas entidades que son fraudulentas, las cuales no son reguladas por las autoridades y sólo buscan arrebatar el dinero de la gente.

Por ello recomendó una serie de pasos para asegurarnos que la institución es legal y no comprometemos nuestros recursos.

  • Investigar si es una entidad regulada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV)y supervisada por la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
  • Verificar cuál es el nivel de capitalización de la empresa y en qué categoría está; la CNBV da evaluaciones del uno al cuatro.
  • Estar al tanto de las notas crediticias obtenidas de parte de las calificadoras, como Moody’s, Fitch y S&P.

“Cuando un mexicano quiera buscar dónde invertir su dinero consideremos estos puntos para saber cuál es la seguridad y solidez que la institución me ofrece y, con base en ello, puedo confiar en que las tasas que me ofrecen son reales y no fraudulentas”, señala.

¿Te interesó este tema? Mándanos tus sugerencias a fernando.franco@eleconomista.mx

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