México, diagnóstico preocupante: Moody´s

El diagnóstico más reciente de la agencia calificadora Moody´s ratings revela que las reformas judiciales de septiembre de 2024 –previas a que la presidenta Claudia Sheinbaum asumiera el cargo–, que incluyen la disolución del Consejo de la Judicatura Federal y la elección de jueces, deterioran aún más el Estado de Derecho y socavan la planificación empresarial a largo plazo.

Estos cambios –subraya la empresa especializada en la calificación crediticia de gobiernos y empresas– han suscitado preocupaciones sobre la independencia judicial y la aplicabilidad de los contratos, en particular entre los inversionistas extranjeros.

Anota que si bien la economía de México históricamente ha tenido un desempeño superior en términos de calidad de sus instituciones legales, un mayor deterioro de la credibilidad judicial aumentará los costos de las transacciones y reducirá la productividad con el tiempo.

Moody´s señala que la caída de la Inversión Extranjera Directa, refleja incertidumbre sobre los recientes cambios regulatorios y legales en México.

Destaca que la confianza empresarial y las decisiones de inversión siguen paralizadas mientras los inversionistas esperan la renegociación en 2026 del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

Y advierte que la incertidumbre de los inversionistas sobre el Estado de derecho y la regulación de México representa un obstáculo para la expansión prevista por el gobierno del sector eléctrico nacional de 43 mil millones de dólares, en 2025-2030

Anticipa que el crecimiento económico se desacelerará al 0.3% este año 2025, luego de haber aumentado al 1.5% en el 2024. y repuntará al 1.7% en 2026, aún por debajo del potencial del país.

En un análisis sobre las condiciones crediticias de México –que forma parte de los estudios anuales que realiza sobre la calidad crediticia corporativa en América Latina, enfocados en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú– indica que tras alcanzar unos 348 mil millones de dólares en el 2025, la deuda total de las empresas calificadas disminuirá hasta el año 2027.

Históricamente, Pemex ha representado alrededor de la mitad de la deuda corporativa mexicana.

Los indicadores crediticios corporativos agregados de México se deterioraron en 2024, en gran parte debido a Pemex, cuyas continuas

pérdidas en el segmento de refinación, activos infrautilizados y la caída de la producción de líquidos han afectado considerablemente el apalancamiento corporativo consolidado del país.

A pesar de las condiciones crediticias generalmente sólidas para las empresas mexicanas no financieras y de infraestructura, la calidad crediticia sigue siendo débil para Pemex, cuyo apalancamiento aumentará aún más en 2025 con un flujo de efectivo libre negativo e importantes gastos tributarios, por intereses y gastos de capital a futuro.

La incertidumbre de los inversionistas sobre el Estado de derecho y la regulación de México representa un obstáculo para la expansión prevista por el gobierno del sector eléctrico nacional de 43 mil millones de dólares en 2025-2030.

Si bien algunas empresas han mantenido indicadores estables, la abrumadora escala de Pemex implica que el deterioro de su calidad financiera opaque otras mejoras en la calidad crediticia corporativa de México.

Los indicadores agregados seguirán bajo presión en 2025 debido al continuo flujo de efectivo libre negativo de Pemex y las altas obligaciones del servicio de la deuda.

Moody´s recuerda que Pemex y el gobierno anunciaron en agosto de 2025 un nuevo plan estratégico para 2025-2035.

Este incluye el compromiso del gobierno con futuras contribuciones de capital, en parte para financiar la deuda e inversiones en el negocio de exploración y producción de Pemex.

Tras el anuncio, la propia agencia colocó las calificaciones de Pemex en revisión para el alza.

Ese es, en resumen, el último análisis de Moody´s Rating de las condiciones crediticias de México.

Atisbos

El gobierno mexicano cerró la pinza en contra de las importaciones tramposas de calzado.

Impuso cuotas compensatorias a importaciones de calzado de China.

Estas están en un rango de entre 0.54 y 22.50 dólares por par a las importaciones que ingresen por debajo del precio de referencia de 22.58 dólares por par.

Estas cuotas estarán vigentes durante los próximos cinco años y eventualmente podrían prorrogarse.

La secretaría de Economía, encabezada por Marcelo Ebrard explicó que las cuotas compensatorios tienen el propósito de proporcionar condiciones leales de competencia y defender los intereses de la planta productiva nacional.

De China provenía el 41.5% de las importaciones de zapatos, un nivel histórico.

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