Gobierno mexicano fija precio mínimo de entrada al zapato importado de China
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Aunque en los aparadores de plazas comerciales y tianguis pareciera que el calzado chino llega sin freno, la historia tomó un giro distinto con la resolución publicada en el Diario Oficial de la Federación el 25 de agosto. La Secretaría de Economía, encabezada por Marcelo Ebrard, decidió poner un alto definitivo a las prácticas de dumping que durante años golpearon a los fabricantes nacionales. La medida deriva de la conclusión de una investigación iniciada de oficio en abril de 2024, cuando la dependencia detectó que miles de pares de zapatos entraban al país a precios imposibles de igualar. Los fabricantes locales llevaban tiempo denunciándolo: competir con un tenis vendido por debajo de su costo de producción era una batalla perdida. Desde entonces, la lupa estuvo sobre sandalias, botas y tenis deportivos que ingresaban desde China. Los inspectores revisaron cifras de importación, costos de insumos y márgenes de ganancia, hasta concluir que sí existía discriminación de precios. “Se declara concluido el procedimiento administrativo… y se imponen cuotas compensatorias definitivas”, dice la resolución oficial.
La decisión fija un precio de referencia de 22.58 dólares por par . Todo calzado chino que entre al país por debajo de esa cifra deberá pagar una cuota compensatoria. Si un importador trae zapatos más baratos, la diferencia se cubrirá como sanción en la aduana. Los montos varían según la empresa exportadora. Por ejemplo, Bidibi Shoes enfrentará un cargo de 0.54 dólares por par; Xinlong Footwear, de 1.93; y Apache Footwear, de 4.69. Para Yaxin Shoes Factory y compañías que no participaron en el proceso, la cuota será de hasta 22.50 dólares, casi el valor completo del precio de referencia. Para las empresas mexicanas, esto representa un respiro. Guanajuato, Jalisco y Estado de México concentran los talleres que durante años vieron caer sus pedidos. “El precio mínimo de referencia permitirá a la industria operar sin daño significativo”, sostiene la resolución, al justificar la medida. Los productores celebran que finalmente se atendiera una queja histórica. La presencia del calzado chino no era marginal, llegaba en grandes volúmenes, con costos reducidos gracias a materiales sintéticos y procesos de producción masivos. Esa dinámica provocaba un terreno desigual. El caso atrajo la atención no solo de las autoridades mexicanas, sino también del gobierno chino y de varias empresas exportadoras que comparecieron. Presentaron argumentos, pero la Secretaría de Economía concluyó que no lograban desvirtuar las pruebas de dumping. En paralelo, las importaciones ya habían enfrentado desde abril de 2024 un arancel temporal de 35%. Sin embargo, la cuota compensatoria añade un segundo filtro más específico, vinculado directamente al precio de entrada de cada par de zapatos. El mensaje es claro: si el producto cumple con un precio justo, puede entrar sin problema. Si no, deberá cubrir el diferencial. “Las importaciones de calzado originarias de China cuyo precio… sea igual o superior al precio de referencia, no estarán sujetas al pago”, se precisa en el documento. Para Hacienda y la Agencia Nacional de Aduanas, la resolución significa reforzar la vigilancia en puertos y aeropuertos. No se trata solo de revisar facturas, sino de comprobar el verdadero origen del producto, ya que la norma permite a los importadores evitar las cuotas si demuestran que el calzado procede de otro país distinto a China. En los hechos, esto obliga a cadenas de retail, mayoristas e intermediarios a ajustar sus estrategias. Un distribuidor que se apoyaba en calzado de bajo costo chino deberá reconsiderar sus márgenes o buscar proveedores en otras regiones. La resolución también deja un precedente: la defensa del sector zapatero se coloca en línea con las acciones internacionales que buscan contener prácticas desleales de comercio, al tiempo que refuerza la competitividad local. La crónica de esta investigación muestra que el calzado no es solo un producto de consumo masivo, sino un termómetro de la apertura comercial y de sus límites. Lo que comenzó con denuncias en ferias locales terminó en un expediente técnico de más de 500 puntos y en un cambio real para la industria. Con la firma de Marcelo Ebrard, el caso quedó archivado como “total y definitivamente concluido”. Para los productores mexicanos, sin embargo, apenas comienza una nueva etapa en la que deberán aprovechar el blindaje para recuperar mercado.
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