Presentan claves para la próxima revisión del T-MEC a la luz del Mecanismo Laboral

Presentan claves para la próxima revisión del T-MEC a la luz del Mecanismo Laboral

La inminente revisión del T-MEC en 2026 y la creciente experiencia con el Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida (MLRR) plantean puntos cruciales para la relación comercial y laboral entre México, Estados Unidos y Canadá, coinciden especialistas en la presentación del libro “La defensa internacional de los derechos de los trabajadores: derecho laboral, tratados comerciales de Estados Unidos y soberanía del Estado” de Kevin J. Middlebrook.

Expertos como Graciela Bensunsan, investigadora de la UAM-Xochimilco y panelista del MLRR y Arturo Alcalde, especialista laboral ofrecieron perspectivas esenciales sobre los desafíos y las áreas de posible renegociación.

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Graciela Bensunsan enfatizó que el MLRR es un mecanismo de investigación de hechos, donde los panelistas determinan si hubo o no denegación de derechos y si una instalación es cubierta. Sin embargo, expuso, “surge un dilema fundamental: la instalación cubierta (empresa) carece de una voz suficiente en el proceso, lo que lleva al gobierno mexicano a asumir su protección. Esta ambigüedad sobre la naturaleza del MLRR y la participación de las empresas será un punto clave en futuras renegociaciones, especialmente considerando que las sanciones recaen directamente sobre las instalaciones”.

Bensusan se refirió a la lectura que da el autor a la tensión entre la soberanía y la protección de los derechos laborales. “El MLRR, al poner el foco en la empresa y no en el Estado, cambia la dinámica. Sin embargo, la asimetría del mecanismo (aplicable principalmente a México) y la “soberanía estatal del más débil” serán temas de discusión. La falta de injerencia en problemas laborales idénticos que atraviesan los trabajadores estadounidenses”.

Asimismo, advirtió que los problemas actuales del MLRR y el lento avance de la reforma laboral mexicana podrían trasladarse a la mesa de renegociación. “Demandas no concretadas de EE.UU. en la negociación original, como la exigencia de inspectores laborales in situ en las empresas, permisos de exportación vinculados al cumplimiento de derechos o salarios comparables en sectores económicos, podrían resurgir. La brecha salarial, ejemplificada con los 3 dólares la hora en México frente a los 16 dólares exigidos, será un punto de presión”.

Cabe destacar que el MLRR tiene una importante efectividad con medidas coercitivas, tan sólo en el caso de General Motors, EU congeló 121 mil millones de dólares de la empresa durante cuatro meses a partir de la presentación de una queja, “demostrando el poder del mecanismo para impulsar cambios rápidos en la protección de los derechos laborales”.

Arturo Alcalde advirtió sobre los riesgos de la reforma laboral, pues la falta de presupuesto para las instituciones laborales y “la presencia creciente de ‘organizaciones gangsteriles’ amenazan los avances. El fortalecimiento de la capacidad interna de México para hacer respetar la libertad sindical y la negociación colectiva es crucial para enfrentar la renegociación del tratado”.

Graciela Bensunsan sostuvo que el MLRR sirve para visibilizar violaciones y resolver conflictos rápidamente, pero no cambiará el mundo del trabajo por sí solo. “Es fundamental fortalecer las instancias internas, la capacidad de sanción y enfrentar la negociación con una respuesta clara para los trabajadores mexicanos. La necesidad de elevar los salarios internos y fortalecer el mercado interno, sustituyendo importaciones y volviéndose menos vulnerable a EE.UU., son tareas pendientes que impactarán directamente en la postura negociadora de México”.

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