Polarización y los datos de pobreza
Hay un enojo presidencial porque muchos medios de comunicación no abordaron los datos del Inegi sobre reducción de la pobreza multidimensional de la manera que quería el gobierno federal.
En eso ya hay una tentación autoritaria, pero vale la pena recordar quién en este país elevó la confrontación social, ¿de dónde salió aquella polarización entre un supuesto gobierno honesto y medios corruptos?
Todo viene de Andrés Manuel López Obrador y de sus ejercicios propagandísticos continuados, conocidos como “La Mañanera”.
No es objetivo, ni justo, afirmar que a algunos medios les duele que 13.4 millones de personas hayan salido de la pobreza en el sexenio de López Obrador. No es una práctica democrática querer que los titulares tengan las palabras exactas que quisiera el gobierno.
Toda la información oficial debe estar sujeta al escrutinio público y más cuando este régimen ha hecho todo lo posible por resguardar los datos y centralizar las decisiones.
La lectura que se ha dado por parte de la mayoría de los analistas críticos, no alineados, de los indicadores de pobreza multidimensional publicados por el Inegi deberían servir como una guía para entender dónde están, como dice el eufemismo, las áreas de oportunidad.
Querer reducir la información al titular que ellos quieren: “López Obrador sacó de la pobreza a 13.4 millones de personas” es propaganda que no le sirve ni al régimen.
La pobreza no es solo cuestión de ingreso, hay que ver lo que ha sucedido con los accesos a la salud, a la educación, a la seguridad social. Sí aumentó el ingreso, pero eso no redujo otras carencias básicas y quien más claro lo tiene son las personas de menores ingresos.
Aunque el plazo de medición sea un sexenio, no deja de ser un dato coyuntural que está influido por factores temporales. Por ejemplo, ¿cómo influyó el repunte económico post pandemia? ¿Cuánto tiempo aguanta el sector privado con aumentos al salario mínimo tan superiores a la inflación?
Habrá muy malos seres humanos que se molesten por la reducción de la pobreza, pero difícilmente puede ser una generalidad entre los opositores como se quiere hacer creer.
Lo que sí despierta dudas de los no feligreses de la auto denominada “Cuarta Transformación” es el hecho de que la cifra extraordinaria de disminución de la pobreza llega justo cuando la opacidad del régimen se encargó de desaparecer al autónomo Coneval, para exponer al Inegi a que se cuestione su independencia.
Además, si lo que les molesta tanto es que no haya sido la publicación del dato un único coro de aplausos al gobierno hace una semana que se dio a conocer el dato, hay que hacerles ver que el mismo día y con media hora de diferencia, se soltaba la bomba de la extradición de 26 peligrosos criminales a Estados Unidos.
A la par del Inegi, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana daba detalles de la plausible extradición de 26 delincuentes de alta peligrosidad a Estados Unidos, porque los criminales seguían al mando desde la cárcel.
No necesita el régimen un coro unánime de aplausos desde la prensa para hacer su trabajo, porque si el camino es el correcto, serán los resultados los que hablen por ellos. Si no, esos medios se los harán saber.
Aunque el plazo de medición sea un sexenio, no deja de ser un dato coyuntural que está influido por factores temporales. Por ejemplo, ¿cómo influyó el repunte económico post pandemia?