CFE pierde hogares de alto consumo pero gana participación en sector industrial
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La Comisión Federal de Electricidad ( CFE ) cerró 2024 con una reducción significativa en el número de usuarios bajo la Tarifa Doméstica de Alto Consumo (DAC), un segmento que agrupa a los hogares que no reciben subsidio en su factura de electricidad. El registro mostró 61,550 clientes, frente a los 80,255 reportados en 2023, lo que representa una caída de 23.3%, de acuerdo con su Informe Anual 2024. La tarifa DAC es la categoría donde se ubican los consumidores residenciales que rebasan de manera sostenida el límite máximo de kilowatts-hora definido en cada región. A diferencia de otros usuarios domésticos, quienes permanecen en esta clasificación deben cubrir el costo total de la energía, con tarifas que pueden superar los 4 pesos por kilowatt/hora.
La reducción en el padrón de clientes DAC responde a una reclasificación tarifaria anunciada en 2023 por la empresa estatal. En aquel momento, el entonces director general de CFE Suministrador de Servicios Básicos, José Martín Mendoza Hernández, explicó que en 2024 se realizaría una reclasificación de tarifas de servicio doméstico en función de los niveles de temperatura registrados en distintos estados. Estas condiciones, dijo, se han visto impactadas por los efectos del cambio climático, que incrementan el consumo eléctrico y, con ello, las facturas que los usuarios pagan cada bimestre. La medida buscó reconocer que el alza en temperaturas empuja al alza el consumo eléctrico en hogares, principalmente por el uso de aires acondicionados y ventiladores. Muchos consumidores que antes eran catalogados como DAC fueron reubicados en esquemas con subsidio gubernamental. El impacto se observa en el aumento de clientes dentro de la Tarifa Doméstica de Bajo Consumo. En 2024, CFE tenía registrados 42,885 millones de usuarios bajo esta categoría; para 2024 la cifra ascendió a 43,667 millones, un alza de 10.7%. Este incremento incluye tanto nuevos hogares conectados a la red como clientes que dejaron de ser considerados DAC. Los subsidios eléctricos en México se aplican a través de una estructura que va desde la tarifa 1 hasta la 1F, con topes que inician en 250 kilowatts/hora y llegan hasta 2,500 kilowatts/hora mensuales. Mientras los hogares no rebasen esos niveles, reciben apoyo del gobierno en el pago de su recibo. Aquellos usuarios que durante un año consecutivo superan ese límite son reclasificados en la tarifa DAC, lo que elimina el subsidio gubernamental y puede elevar el pago hasta más de 4 pesos por cada kilowatt/hora consumido. Hoy, el esquema de apoyos es uno de los pilares en la política energética y social del país, ya que permite contener el gasto de las familias frente al incremento en el consumo eléctrico. Sin embargo, para la CFE este reacomodo implica un desafío, pues una menor proporción de clientes DAC también se traduce en menores ingresos por cada kilowatt vendido. Por ello, la empresa productiva del Estado enfrenta el reto de equilibrar la política de subsidios con la sostenibilidad de sus finanzas, lo que la llevó a enfocarse en la recuperación de clientes industriales y grandes consumidores, considerados clave por su peso mayoritario en la facturación.
CFE recupera clientes del sector industrial Al cierre de 2024, dentro de la división de Suministro Básico, CFE reportó 453,783 clientes industriales, lo que significó un aumento de 2.9% frente a los 441,088 contabilizados en 2023. En el caso de CFE Calificados, el número de grandes consumidores subió de 108 en 2023 a 116 en 2024, un crecimiento de 7.4%. En términos de energía, la compañía suministró 9.75 terawatts-hora a este segmento, cifra 14% superior a los 8.54 terawatts-hora entregados el año previo. Este aumento contribuye a compensar la presión financiera que representa el peso creciente de los usuarios subsidiados. El propio Informe Anual de la compañía destaca que su estrategia de recuperación de clientes de autoabasto ha sido determinante. A lo largo de 2024 se lograron 73 contratos de suministro con 34 empresas, equivalentes a una demanda de 1,200 megawatts y facturas mensuales por más de 760 millones de pesos. El documento advierte que “para 2020, los esquemas de autoabasto privados suministraban aproximadamente el 20% de la energía consumida en el país. De mantenerse esa tendencia se proyectaba que para 2024 su participación alcanzaría hasta el 60%, lo que representaba una amenaza para la posición de la CFE en el mercado eléctrico nacional”. En respuesta, la empresa puso en marcha un plan para frenar esa tendencia. “Se implementó una estrategia para recuperar a los clientes que, en contravención a la normativa vigente, habían suscrito contratos comerciales bajo el esquema de autoabasto. Como parte de esta iniciativa se instruyó a CFE Calificados a competir directamente con los generadores o comercializadores privados, enfocándose en la recuperación de grandes usuarios mediante una oferta de energía eléctrica a precios competitivos y atractivos”, señala el informe. El objetivo, de acuerdo con la propia compañía, era reincorporar centros de carga estratégicos a su portafolio y frenar el desplazamiento de la CFE frente a empresas mayoritariamente extranjeras. En ese proceso, la visión gubernamental también resultó decisiva. En 2021, Manuel Bartlett, entonces director general de la CFE, adelantó que se revisarían contratos de autoabasto y se cancelarían aquellos que contravinieran los intereses de la Comisión. Arturo Carranza, especialista en temas energéticos, explicó que la política regulatoria aplicada en la pasada administración permitió a la CFE reposicionarse en el mercado. “Estos cambios se explican, principalmente, sobre la base del llamado rescate energético y no tanto por eficiencias de la CFE”, comentó. El analista añadió que, frente a un marco legal que privilegia al Estado, las empresas industriales han optado por fortalecer su relación con la CFE. “En un contexto en el que el marco legal y regulatorio plantea la prevalencia del Estado, las empresas que están en los segmentos industrial y de grandes consumidores observan que los contratos que firman con la CFE ofrecen la suficiente certeza para mantener sus operaciones. Por eso, en el ánimo de mantener una relación de entendimiento con las autoridades regulatorias llegan a optar por el suministro de la CFE”, detalló.
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