Organizaciones basadas en habilidades, la clave del futuro empresarial

Nuestro país, al igual que la mayoría de las naciones, está enfocado en lograr una economía más próspera para sus habitantes. Al mismo tiempo, las personas en el mundo están en busca de empleos que les permitan no solo generar los ingresos necesarios para cubrir sus necesidades básicas, sino ir más allá, logrando un desarrollo laboral y personal propio de las aspiraciones más auténticas y válidas de todo ser humano.
El crecimiento de las economías y las empresas tiene sustento en diversos factores, como la inversión local y extranjera, o el dinamismo de los mercados globales y regionales, que ciertamente se vuelve más factible cuando cuenta con una base de infraestructura sólida, como una red eléctrica, hídrica y de comunicaciones, pero sobre todo, y de manera muy relevante, cuando cuenta con infraestructura humana, es decir, con talento.
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Liderazgo vulnerable
El mundo laboral actual se ha tornado más complejo dadas las nuevas tecnologías y la competencia económica, pero sin duda, lo que se mantiene como una constante global es la búsqueda del mejor talento. La diferencia en el tiempo es que las necesidades y habilidades de ese recurso humano han cambiado y seguirán cambiando rápidamente dada la nueva realidad mundial, donde las tendencias evolucionan hacia estructuras organizacionales más planas, matriciales y sobre todo más ágiles, así como hacia la generación de información y datos más precisos e inmediatos.
De cara a los empleados el reto organizacional es sumamente significativo, ya que se requieren colaboradores capaces de participar en tareas multifuncionales y equipos diversos que se enfrenten a cambios de proyectos y metas a gran velocidad, exponiendo a los sujetos a una gran presión para adaptarse al ritmo del cambio. Esta realidad abre una brecha entre las habilidades reales de la base o “pool” de talento y las habilidades específicas requeridas por las organizaciones.
En este contexto, las empresas enfrentan un gran desafío para mapear las habilidades con que cuenta su talento vs. las habilidades que se precisan para el logro de la estrategia futura de la organización, así como para allegarse de un plan de capacitación que les permita cerrar la brecha de manera ágil y asertiva. Dicha brecha genera un impacto en la productividad y rentabilidad. De acuerdo con información de la plataforma Cornerstone, software diseñado para identificar y acelerar el aprendizaje de habilidades a través de Inteligencia Artificial, en un estudio realizado en conjunto con Korn Ferry se estipula que 57% de los líderes de Recursos Humanos en 2024 reconocieron que la escasez de habilidades óptimas perjudica el rendimiento empresarial.
De esta forma se ha determinado la relevancia de convertir a las empresas en “organizaciones basadas en habilidades” dando peso y prioridad a las habilidades blandas, como son comunicación asertiva; colaboración e influencia; competencias de presentación, y preponderantemente, liderazgo, ya que estas son las habilidades que pueden diferenciarnos y mantenernos vigentes incluso ante el surgimiento de los agentes de Inteligencia Artificial.
Las organizaciones basadas en habilidades no priorizan puestos ni jerarquías sino la asignación de proyectos en función de las capacidades y experiencia de cada individuo, lo cual las hace más eficientes para adaptarse a las necesidades cambiantes del negocio. Por todo ello, el futuro de las organizaciones depende del talento que las sostiene, de esa infraestructura y arquitectura humana con perfiles dinámicos capaces de lograr la transformación.