En 6 entidades subió el rezago educativo; Chiapas, el más afectado
Seis estados del país registraron incrementos en el porcentaje de su población con rezago educativo, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El reporte forma parte de la medición de pobreza multidimensional que, tras una reforma constitucional, el organismo realizó por primera vez.
Chiapas encabezó el listado con el mayor aumento. En 2022, el 31.1% de su población presentaba esta carencia; para 2024, la proporción subió a 34%, lo que implicó un alza de 2.8 puntos porcentuales.
En la entidad sureña, hasta el año pasado 14.5% de la población entre 3 y 15 años no tenía la educación obligatoria mientras que entre las personas de 16 a 21 años la cifra se ubicó en 63.5 por ciento.
Oaxaca ocupó el segundo lugar, al pasar de 29.1 a 30.5% en el mismo periodo, es decir, un aumento de 1.4 puntos. Le siguió Veracruz, que pasó de 25.5 a 26.3%, y Puebla, que subió de 21.9 a 22.7%, ambos con variaciones de 0.8 puntos.
Chihuahua fue la quinta entidad con incremento, al pasar de 16.1% en 2022 a 16.6% en 2024, mientras que Campeche registró el menor repunte, de 20.3 a 20.5%, un alza de apenas 0.2 puntos.
Máximos en ocho años
El Inegi detalló que en tres de los seis estados —Chiapas, Oaxaca y Campeche— los niveles de rezago educativo alcanzaron sus cifras más altas desde al menos 2016.
En Chiapas, el indicador ha mostrado variaciones: 30.2% en 2016, 31.2% en 2018, 32.5% en 2020 y 31.1% en 2022, hasta llegar al actual 34%.
Oaxaca comenzó en 28.5% en 2016, subió a 29.6% en 2018 y 2020, retrocedió a 29.1% en 2022 y repuntó a 30.5% en 2024.
Campeche, por su parte, pasó de 18% en 2016 a 19.4% en 2018, para luego bajar a 19.2% en 2020. Sin embargo, en 2022 retomó la senda ascendente con 20.3% y alcanzó 20.5% en 2024.
El rezago educativo, de acuerdo con las definiciones oficiales, se presenta cuando una persona en edad escolar no asiste a la escuela o no cuenta con la educación básica obligatoria completa.
Este indicador se considera uno de los componentes centrales en la medición de la pobreza, ya que limita las oportunidades de desarrollo económico y social.
