La decisión de Delfina

Primero fueron los carteles del noroeste (Sinaloa y CJNG), pero en las mesas para la construcción de la Paz entendieron a destiempo. La administración Trump está decidida a frenar el tráfico de fentalino que ha convertido en zombies a decenas de miles de estadounidenses.

Minimizada por su relación con Palenque ya peculiar estilo de gobernar, Delfina Gómez Álvarez nunca cejó en su empeño. Con la información que le proporcionó su secretario de Gobierno, Horacio Duarte Olivares, y el fiscal José Luis Cervantes, documentó las actividades ominosas de la Nueva Familia en el sur de la entidad mexiquense.

De la Tierra Caliente, al Estado de México solo había trasminado una clase política, gracias a Jorge Jiménez Cantú. El fenómeno delictivo tuvo otros métodos para avanzar hacia Valle de Bravo, Tejupilco, Luvianos, Sultepec, Amanalco, Donato Guerra, Santo Tomás de los Plátanos, Temascalpetepec y Tlatlaya. El siguiente objetivo fue Malinalco y enseguida, el Valle de Toluca.

Dos sexenio de inacción —preguntarle a Eruviel Ávila y Alfredo del Mazo— tolerados por la Federación (léase EPN) postraron a los mexiquenses residentes en aquella región. Con Delfina Gómez como gobernadora y Michelle Nuñez como alcaldesa de Valle de Bravo, comenzaron las primeras acciones coordinadas para frenar a los extorsionadores.

Pero la tarea se vio interrumpida por el cambio abrupto en la policía mexiquense, con la salida de Andrés Andrade. Su relevo, el teniente coronel Cristóbal Castañeda Camarillo, venia de Sinaloa. No habría marcha atrás en la decisión de Delfina.

Entre diciembre del 2024 y mayo del 2025 ocurrió el primer despliegue táctico: el Operativo Atarralla, para inhibir la incidencia de secuestros En ese periodo, con el respaldo del secretario Omar García Harfuch, fueron identificados 3,283 establecimientos sospechosos y se intervinieron 821 barbería, antros, bares y chelerías.

La connivencia de las autoridades locales quedó expuesta. Juan Cruz Solano, quien fue director de seguridad pública en Coatepec Harinas, fue sentenciado a 10 años por extorsionar y amenazar de muerte a los comerciantes de ese municipio. Otros mandos policiacos de Nicolás Romero y Tlatlaya, también fueron detenidos.

Concatenados, transcurrieron los operativos Bastión, Enjambre.y Liberación, cuyos alcances han marcado —para bien y para mal— el segundo año de la administración delfinista.

Hace cuatro meses, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos emprendió acciones contra los hermanos José Alfredo y Johnny Hurtado Olascoaga, los cabecillas de la Nueva Familia Michoacan

La decisión de Delfina logró que el gobierno federal respaldara sus acciones contra la FM, como le dicen en tierras mexiquenses. Entre los criminales entregados por las Fuerzas Federales al gobierno está Servando Gomez “La Tuta”, fundador de Los Caballeros Templarios y operador principal de ese grupo delictivo hace una década, cuando el gobierno peñista, a través de Alfredo Castillo, pactó con ello para poner fin a la guerra contra el narcotráfico.

Los Hurtado Olascoaga son objetivos prioritarios para la administración Trump. El programa de recompensas ofrece cinco millones de dólares por Johnny y otros tres millones por José Alfredo.

La inteligencia estadounidense respalda las acciones de las Fuerzas Armadas para acabar co su imperio de terror e impunidad.

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