Sleepmaxxing: la tendencia de TikTok que puede poner en riesgo tu salud al dormir

Sleepmaxxing: la tendencia de TikTok que puede poner en riesgo tu salud al dormir

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En redes sociales es habitual encontrarte con recomendaciones que van desde gadgets tecnológicos hasta rutinas para la salud. En los últimos meses, una de ellas ha ganado protagonismo: el sleepmaxxing , una tendencia que promete optimizar el descanso nocturno. En TikTok y X abundan videos con rutinas y productos que, según sus promotores, ayudan a dormir mejor y, de paso, a mejorar la calidad de vida. Quienes impulsan esta moda no solo hablan de bienestar. Muchos aprovechan para vender artículos como cintas bucales, suplementos o mantas pesadas. Sin embargo, médicos y especialistas advierten que “muchos de estos consejos provienen de personas no expertas y no se basan en evidencia clínica”, como alertó a AFP la especialista en insomnio Kathryn Pinkham. Aquí encontrarás qué implica esta tendencia para la salud y qué opinan quienes estudian el sueño.

¿Qué es el sleepmaxxing y cómo se ha popularizado?


Prácticas extremas y riesgos asociados Estrategias con respaldo limitado Hábitos que sí cuentan con evidencia


Orthosomnia y el papel de los dispositivos

El sleepmaxxing agrupa prácticas y productos que supuestamente mejoran la calidad y cantidad del sueño. No sigue un método único: cada influencer propone estrategias distintas según su experiencia o la moda del momento. Entre las más frecuentes están tapar la boca con cinta adhesiva, mantener la habitación fría y oscura, comer kiwis antes de dormir, tomar melatonina o magnesio y evitar líquidos dos horas antes de acostarte. Su alcance es masivo: millones de publicaciones y una narrativa que mezcla aspiraciones de bienestar con promoción de productos. En plataformas con menor moderación de contenido, las recomendaciones se viralizan sin pasar por un filtro científico. “Este es un buen ejemplo de cómo las redes sociales pueden normalizar lo absurdo”, dijo a AFP Timothy Caulfield, de la Universidad de Alberta. En algunos casos, la línea entre lo inofensivo y lo peligroso se cruza. Medios estatales en China informaron que una persona murió por ahorcamiento al seguir un supuesto método para curar el insomnio que consistía en colgarse del cuello y balancearse. Para Pinkham, “la presión por dormir mejor está arraigada en la cultura del ‘sleepmaxxing’” y, con frecuencia, “añade presión en lugar de alivio” a quienes ya tienen problemas para descansar. Parte de su atractivo, añade, está en su vínculo con el looksmaxxing, otra tendencia que prioriza la estética sobre la salud. Entre las técnicas más polémicas está el mouth taping. El Departamento de Otorrinolaringología de la Universidad George Washington revisó la evidencia y concluyó que “la mayoría de estas afirmaciones no estaban respaldadas por investigaciones médicas”. Aunque algunos usuarios aseguran que ayuda a reducir los ronquidos, los médicos advierten que “no puede tratar una causa subyacente como alergias, asma o apnea del sueño”. Esta práctica puede obstruir la respiración, irritar los labios, provocar sequedad bucal y agravar problemas respiratorios. James Rowley, profesor de medicina en Rush University, dijo a TIME: “No hay buena evidencia de que la cinta en la boca haga algo”. Ante ronquidos frecuentes o somnolencia diurna, la recomendación es acudir a un especialista. El caso de colgarse del cuello para inducir el sueño es aún más grave. No hay base fisiológica que lo justifique y el riesgo de asfixia es evidente. Los expertos alertan que este tipo de contenidos prospera en redes gracias a algoritmos que priorizan lo viral, sin importar el peligro. Incluso consejos que parecen menores pueden ser problemáticos. Restringir líquidos dos horas antes de dormir podría provocar deshidratación si tienes sed. “No deberías deshidratarte si tienes sed”, advierte Rowley, quien recomienda buscar atención médica si despiertas varias veces para ir al baño. El ruido blanco, otro recurso del sleepmaxxing, puede ayudar a bloquear sonidos externos, pero a un volumen alto conlleva riesgo de daño auditivo, sobre todo en niños. Estudios citados por Harvard Health aconsejan un uso moderado y supervisado. Hay prácticas del sleepmaxxing que no implican un riesgo inmediato, pero cuya efectividad es incierta o muy variable. Comer kiwis antes de dormir, por ejemplo, se apoya en un estudio con solo 24 personas. Los resultados fueron positivos para algunos, aunque “debe interpretarse con cautela”, advierte Harvard Health, porque no es un ensayo amplio ni controlado. El uso de mantas pesadas divide opiniones. Algunos afirman que las usan para relajarse, pero no hay “evidencia convincente de que sean efectivas para la población adulta en general”. Lo mismo ocurre con ducharse exactamente una hora antes de dormir. Según Rowley, “no va a ayudarte a dormir mejor” si no se ajusta a tu rutina. En el caso de los suplementos, la melatonina está indicada únicamente para trastornos de ritmo circadiano como el jet lag. “No es muy útil para quienes tienen insomnio”, señala Rowley, que advierte de efectos secundarios como “náuseas, mareos, pesadillas y gastritis”. El magnesio tampoco ha demostrado utilidad como inductor del sueño salvo en casos de deficiencia comprobada. “Si no necesitas magnesio, ¿por qué deberías tomarlo?”, cuestiona. Parte de la percepción de beneficio podría deberse al efecto placebo. Un análisis citado por Harvard Health indica que “aproximadamente el 64% de la respuesta a un medicamento para insomnio podría deberse a este efecto”. No todo lo asociado al sleepmaxxing carece de base científica. Varias recomendaciones coinciden con las pautas de higiene del sueño que respaldan los especialistas. “Una temperatura de entre 15.6 y 20 grados Celsius” es lo que sugiere a TIME Emerson Wickwire, de la Universidad de Maryland, para favorecer el descanso. Evitar cafeína y alcohol por la tarde, limitar las siestas y reducir el uso de pantallas antes de dormir son medidas sencillas con eficacia comprobada. Mantener una hora fija para despertar también es clave. “Tener una hora de despertar regular ayuda a regular tu reloj circadiano”, explica Rowley. La meditación diaria puede ayudar a algunas personas a relajarse antes de dormir, y recibir al menos 30 minutos de luz natural al día favorece la regulación de los ritmos circadianos. En casos de insomnio diagnosticado, Harvard Health señala que la terapia cognitivo-conductual “puede mejorar de manera significativa los síntomas en cuestión de semanas”. Un riesgo menos evidente del sleepmaxxing es la orthosomnia: la obsesión por lograr un sueño perfecto. Eric Zhou, de la Escuela de Medicina de Harvard, explicó a AFP que “incluso quienes duermen bien varían de una noche a otra” y que fijar esa meta “es problemático”. El uso de dispositivos para medir el sueño ha intensificado esta preocupación. David Benavides, de Harvard Medical School y Mass General Brigham, dijo a TIME que “los datos de estos aparatos no siempre son precisos” y que solo una polisomnografía en laboratorio puede confirmar las fases reales del sueño. Una mala interpretación de esas métricas puede hacerte pensar que tienes un problema cuando no es así. Sam Kashani, de la Universidad de California en Los Ángeles, advirtió a TIME que “adoptar una rutina de 12 pasos llena de trucos y técnicas no es necesaria” si no tienes dificultades para dormir. Y si las tienes, añade, “podemos ser mucho más útiles que Instagram y TikTok” desde la atención médica. Con información de agencias.

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