El legado de Louis Vuitton: 5 lecciones empresariales

Al hablar de marcas reconocidas en el mundo de la moda, Louis Vuitton se ha convertido en un referente con más de siglo y medio de trayectoria, desde la fundación del primer taller y por ello, su legado deja más de una lección empresarial.
Louis Vuitton nació en 1821, proveniente de una familia de escasos recursos, vivió el auge del incremento de ferrocarriles en el país, por lo que los viajes en tren se convertían en algo novedoso y con ello, surgieron oportunidades de negocio.
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Con 14 años y la influencia de su padre, se dio cuenta que las personas que viajaban en tren tenían problemas con el equipaje, ya que en aquella época, los medios de transporte eran bruscos y dañaban los objetos personales.
Sin embargo, después de ser el aprendiz de Monsieur Maréchal, un fabricante famoso de cajas y estuches para madera, se inspiró para perfeccionar su estilo hasta convertirse en una marca reconocida.
5 lecciones que dejó Louis Vuitton
En la actualidad, la marca de lujo francesa se ha mantenido y ha tenido diversas colaboraciones y por eso, durante estos 166 años de historia desde la fundación del primer taller, te presentamos cinco lecciones sobre negocios que dejó Louis Vuitton.
1. Alcanzar tu sueño: Con la ilusión de aprovechar la tendencia de los viajes y crear presencia, Louis Vuitton viajó hasta París, recorriendo alrededor de 400 kilómetros caminando.
Dicha determinación por cumplir su sueño lo llevó a trabajar con Monsieur Maréchal, quien era reconocido en la zona y poco a poco se convirtió en su aprendiz. Esta determinación, lo llevó a crear una solución para salvaguardar el equipaje con estilo y elegancia.
2. Atender un problema: En 1837, cuando Louis Vuitton llegó a París, con 16 años, en la ciudad era común el transporte impulsado por caballos y las calles no tenían un buen aspecto, aunado a otros medios como los barcos y la llegada de los trenes. Esto provocaba que la ropa, como los vestidos y trajes hechos a la medida u otros objetos delicados presentaran daños.
Por ende, el embalaje era un trabajo popular, pero él fue más allá que sólo fabricar los baúles convencionales, ya que creó un diseño más ligero, hermético y sobre todo resistente ante los movimientos de los viajes. Una propuesta atractiva para los parisinos de clase alta.
3. Destacar ante la competencia: Una de las razones por las que comenzó a tener popularidad entre los parisinos y viajeros, fue por la resistencia que otros baules de madera. Tiempo después, los ladrones veían el equipaje como un blanco principal, por lo que el hijo de Louis Vuitton creó una cerradura a prueba de saqueos.
Mientras que, en 1930, sacó al mercado los bolsos de mano, marcando una nueva era de productos que a día de hoy se mantiene presente.
4. Usa la creatividad como promoción: Con una empresa ya consolidada, el fundador y su hijo, Georges Vuitton, crearon una cerradura innovadora, pero para darle mayor presencia, pusieron a prueba su eficacia.
Por ello, retaron a Harry Houdini, un famoso escapista. El objetivo era encerrarse en un baúl con un candado de Louis Vuitton. Aunque parecía un desafío más, Houdini no pudo superar el reto y con ello, se comprobó la calidad.
5. Mantenerse como un referente: Cuando su hijo tomó el mando del negocio, realizó cambios que hoy en día siguen marcando tendencia. Un ejemplo de ello es el distintivo monograma con las letras “LV” y el entrelazado diseño que cubren sus productos.
Este patrón fue del agrado de los clientes y un distintivo de la marca, que a día de hoy sigue presente. Aunado a la colaboración con otros diseñadores contemporáneos.