El laberinto de la vivienda en México: ¿Es posible comprar una casa?

El laberinto de la vivienda en México: ¿Es posible comprar una casa?

Una duda común entre los mexicanos, especialmente jóvenes, es si realmente pueden aspirar a tener una casa propia en el futuro. La respuesta, según expertos de la industria, revela un complejo panorama para la mayoría.

Luis Armando Díaz Infante, secretario nacional de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), expuso que en la actualidad, pagar un crédito hipotecario para una vivienda de 2 millones de pesos, por ejemplo, exige un pago mensual aproximado de 20,000 pesos.

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Para acceder a este préstamo, una familia debe demostrar ingresos de al menos 60,000 pesos, lo que equivale a siete salarios mínimos. Sin embargo, 70% de la población no tiene este nivel económico.

“La plusvalía en las ciudades es mayor al incremento salarial. Esto obliga a promover la construcción de casas asequibles con esquemas flexibles o de arrendamiento”, comentó Díaz.

La dificultad se agrava cuando se observa la situación de la población económicamente activa.

Aproximadamente 55.7% de la fuerza laboral no está afiliada a instituciones de seguro social, lo que les impide acceder a créditos del Fovissste o del Infonavit, herramientas cruciales para la compra de una casa en México.

Un reto demográfico

A pesar de que el salario mínimo ha experimentado un crecimiento notable, pasando de 88 pesos diarios en 2018 a 249 pesos en 2024, un aumento de 283%, el impacto en la capacidad de compra de una vivienda continúa limitado.

Se prevé que 70% de la población económicamente activa gana entre uno y dos salarios mínimos, un segmento que hoy es la clave para cualquier estrategia de desarrollo de vivienda.

Los cambios en la estructura familiar, el aumento en los divorcios y una mayor esperanza de vida han impulsado una demanda creciente de vivienda.

Se estima, según la CMIC, que para el 2025 se requerirán 2.8 millones de casas nuevas, y para el 2030, esta cifra escalará a una necesidad acumulada de 6.6 millones de unidades.

El rezago habitacional es particularmente agudo en seis estados: Veracruz, Coahuila, Morelos, Oaxaca, Guerrero y Baja California, donde se concentra el 50% del déficit nacional.

“Para afrontar esta problemática, se deben actualizar los planes de desarrollo urbano, generar reservas de suelo a precios asequibles y diversificar esquema de adquisición, así como apoyos económicos para vivienda dirigida a sectores vulnerables”, dijo Díaz.

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