Nace un bebé a partir de un embrión congelado en 1994: así fue preservado

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Una pareja de Ohio accede al programa y acepta sin restricciones Descongelar embriones antiguos implica riesgos y técnicas especializadas Vínculos familiares que trascienden el tiempo y la biología
El embrión que dio origen a Thaddeus fue uno de cuatro creados en mayo de 1994 mediante un tratamiento de fecundación in vitro. Linda Archerd, quien los generó, logró el nacimiento de una hija en ese momento. Los otros tres embriones fueron preservados en un tanque de almacenamiento criogénico. Archerd mantuvo la custodia legal de los embriones durante décadas. Aunque tuvo la intención de usarlos más adelante, su situación personal cambió y optó por no descartarlos ni donarlos a la ciencia. Decidió entregarlos mediante un proceso de adopción que le permitiera conocer a la familia receptora. La agencia elegida fue Snowflakes, parte de Nightlight Christian Adoptions. Este organismo facilita la adopción de embriones entre familias con creencias compartidas. Archerd pidió que los receptores fueran cristianos, caucásicos y residentes en Estados Unidos. El proceso requirió los expedientes médicos originales de 1994, que fueron recuperados por el médico tratante en Oregon. Por tratarse de embriones con más de tres décadas de almacenamiento, fueron asignados al programa Open Hearts, que atiende casos considerados de alta complejidad. Lindsey y Tim Pierce, una pareja de 35 y 34 años, llevaban siete años intentando tener hijos. Al conocer el programa Snowflakes, se inscribieron sin excluir ningún tipo de embrión. Esto facilitó su emparejamiento con los embriones de Archerd. Su atención se realizó en Rejoice Fertility, una clínica de Tennessee fundada por John Gordon. Esta institución acepta embriones antiguos y trabaja activamente con agencias de adopción. Gordon promueve que todos los embriones reciban una oportunidad, sin importar su antigüedad o condiciones de almacenamiento. La clínica ya había asistido en un caso similar en 2022, cuando otra pareja dio a luz a gemelos a partir de embriones de más de 30 años. En ambos casos, se realizaron adaptaciones técnicas para garantizar la viabilidad del proceso. En la experiencia de los Pierce, uno de los embriones no continuó su desarrollo tras el deshielo. Los otros dos fueron implantados el 14 de noviembre de 2024. Uno de ellos prosperó hasta convertirse en Thaddeus. Sarah Atkinson, jefa de laboratorio en Rejoice Fertility, explicó que los embriones antiguos suelen estar almacenados bajo el método de congelamiento lento, hoy reemplazado por la vitrificación. La técnica moderna reduce el riesgo de cristales de hielo, pero los métodos antiguos requieren manipulación precisa. Los dispositivos antiguos incluyen ampollas de vidrio o viales plásticos. Algunos deben abrirse dentro del tanque de nitrógeno con herramientas especiales. Atkinson detalló que una vez un contenedor explotó durante su apertura y un fragmento la lesionó en la cara. A pesar de ello, los embriones sobrevivieron. Ella mantiene un archivo con notas sobre dispositivos antiguos y sus riesgos. Algunos deben descongelarse con calor manual; otros pueden volverse inestables si no se manipulan con cuidado extremo. El embrión que generó a Thaddeus estaba en un vial plástico y fue descongelado sin incidentes. Lindsey y Tim viajaron cinco veces entre Ohio y Tennessee para cumplir con el tratamiento. Cada trayecto tomó cerca de cinco horas. Finalmente, el procedimiento concluyó con éxito. Archerd recibió fotos del bebé y observó similitudes con su hija nacida en 1994. Comparó las imágenes y confirmó que ambos comparten rasgos físicos. Aunque no tiene planes inmediatos para encontrarse con la familia receptora, consideró el nacimiento como la culminación de un deseo que mantuvo durante años. El entorno de Archerd, incluyendo su comunidad religiosa, expresó sorpresa al conocer la historia. Para ella, conservar los embriones fue siempre una decisión basada en principios personales y familiares. Lindsey Pierce afirmó que su meta no era romper marcas, sino convertirse en madre. Reconoció que el nacimiento fue complejo, pero expresó alivio y satisfacción por el desenlace. “Tuvimos un parto difícil pero estamos bien”, comentó.
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