“No hay libertad de expresión en Ucrania”
Barcelona. “No hay libertad de expresión en Ucrania, hay censura, la situación es peor de lo que piensan en occidente”, declara el periodista ucranio en el exilio Vasyl Muravytskyi”.
Mientras que las conversaciones entre Rusia y Ucrania terminaban en Estambul con resultados limitados (un intercambio de prisioneros), el presidente Volodímir Zelensky se topó con una crisis: protestas sin precedentes en las principales ciudades de Ucrania.
Miles de personas salieron a las calles para denunciar una controvertida ley que, según Zelensky, fue diseñada para “limitar la influencia rusa”, pero que, en realidad, comprometía la independencia de las dos principales agencias anticorrupción del país en un momento en que, según se informa, ambas estaban acercándose a altos miembros del gobierno de Zelensky.
Estados Unidos y la Unión Europea criticaron su propuesta.
¿Por qué los ucranianos han tolerado acciones gubernamentales mucho más impopulares desde que inició la guerra? ¿Por qué la clase política de Occidente apoyó con energía las manifestaciones?
Desde febrero de 2022, el gobierno de Zelensky ha extendido la ley marcial, impulsado el cierre de partidos y de medios de comunicación, sin haber provocado un malestar público. Estas medidas se han usado no solo para centralizar el poder en el propio Zelensky, sino también para neutralizar cualquier voz disidente que pudiera cuestionar la política de “guerra a toda costa” de su gobierno, calificando cualquier cuestionamiento como antipatriótico o incluso de traición.
La corrupción, endémica desde hace años en Ucrania, no ha hecho más que agravarse durante la guerra. Jueces, políticos y funcionarios han estado en el centro de escándalos de corrupción, inclusive el ministerio de Defensa.
Transparencia Internacional ha clasificado a Ucrania en el puesto 105 de 180 países en el índice de Percepción de la Corrupción 2024.