Pemex, la tasa y el espejismo del optimismo

Pemex, la tasa y el espejismo del optimismo

“El único crecimiento que parece asegurado es el de la inflación y la desconfianza…” — Macraf

En mi anterior colaboración —que puedes leer en el sitio de El Economista— advertí sobre el riesgo de que el Banco de México bajara la tasa de interés en un momento donde la inflación ya mostraba señales de repunte. Y antes de eso, ya había señalado que las acciones del banco central no solo eran tardías, sino ajenas a la realidad económica. Hoy, con nuevos datos y decisiones, esa preocupación se refuerza… y se agrava.

La más reciente Encuesta de Expectativas de Citi, publicada el 22 de julio, pinta un escenario igual o más pesimista que el de Banxico:

• La mediana de crecimiento económico para 2025 se mantiene en 0.2%,

• La inflación subyacente esperada sube a 4.03%,

• y el tipo de cambio se ubica en 19.85 pesos por dólar, con depreciación sostenida.

A pesar de ello, el consenso apunta a otro recorte de 25 puntos base en agosto, con una tasa de 7.5% para cierre de año. Una decisión que sigue sin responder a la coyuntura real.

En paralelo, el Fondo Monetario Internacional, en su World Economic Outlook de julio, también recortó su estimación de crecimiento para México en 2025: apenas 0.2%. Es la economía que más desacelera en América Latina, reflejando debilidad en el consumo interno, presión fiscal mal dirigida y una falta crónica de inversión pública productiva.

Y como si no bastara, el gobierno ha decidido nuevamente inyectar recursos multimillonarios a Pemex: esta vez 12 mil millones de dólares. Otro intento más por rescatar a una empresa que no ha dado señales de eficiencia ni rumbo. Si bien es cierto que Pemex reportó un resultado positivo en el último trimestre, esto fue producto de un movimiento cambiario favorable. Es decir, el tipo de cambio jugó a su favor, no una mejora en su operación. La prueba está en su balance patrimonial negativo, que refleja una situación estructural insostenible.

En lugar de usar esos recursos para salud, educación, seguridad o infraestructura, se destinan a una petrolera que vive al borde del colapso desde hace sexenios. Lo más grave es que este rescate perpetúa una narrativa equivocada: que Pemex es rescatable no porque tenga futuro, sino porque tiene valor simbólico. Y eso tiene un alto costo económico.

Tampoco faltan los festejos por el más reciente dato positivo de exportaciones mexicanas, que sorprendió al ubicarse por encima de meses anteriores. Pero ese dato viene acompañado de una caída significativa en las importaciones, lo que desmiente cualquier narrativa optimista. La razón es simple: las empresas estadounidenses han acelerado sus compras para aumentar inventarios antes de que entre en vigor el nuevo esquema arancelario promovido por su gobierno. Así, se anticipan compras que inflan artificialmente las exportaciones mexicanas.

Sin embargo, una caída en importaciones no es buena noticia. Si entendemos que la calidad de vida implica tener acceso a más, mejores y de mayor calidad bienes y servicios, entonces una contracción en importaciones refleja un debilitamiento del mercado interno. Es decir, las familias no tienen recursos suficientes ni para consumir bienes nacionales ni importados, y su bienestar queda limitado a lo poco que puede ofrecer el mercado local. No hay estabilidad cuando las exportaciones crecen por razones coyunturales mientras el consumo y la inversión se contraen.

En este contexto, la política monetaria pierde credibilidad, la política fiscal se convierte en herramienta ideológica, y la realidad se impone: crecimiento débil, inflación persistente, empleo estancado y gasto público desviado hacia proyectos de bajo impacto.

De esta forma, seguimos viviendo entre cifras que brillan… y bolsillos que no alcanzan.

* El autor es académico de la Escuela de Gobierno y Economía y de la Escuela de Comunicación de la Universidad Panamericana, consultor experto en temas económicos, financieros y de gobierno, director general y fundador del sitio El Comentario del Día y conductor titular del programa de análisis: Voces Universitarias.

Contacto y redes: https://eduardolopezchavez.mx/redes

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